sábado, noviembre 14, 2015

La Tercera Guerra Mundial (2)



Lo primero que hay que hacer para solucionar cualquier problema, es reconocer que el problema existe. Dicho esto, que estamos en una guerra – y si no, se le parece mucho - , no parece un concepto que tenga demasiados detractores. De hecho, el Papa ya lo ha dicho y le ha puesto nombre.

El problema de esta guerra, es que no se libra como hasta ahora en un campo de batalla más o menos extenso, aunque delimitado. El campo de batalla es el Planeta entero. Ahora ya no hablamos de Las Ardenas, de la línea Maginot, Stalingrado ni de Normandía. Ahora cualquiera de nosotros puede morir mientras trabaja en un periódico, mientras viaja en el metro de su ciudad, acude a una fiesta a escuchar un concierto o va al súper mercado a por pan y mantequilla. Es la guerra total. Y si estamos de acuerdo en esto, las medidas a tomar para luchar en esta guerra, deben ser radicalmente diferentes de las que habitualmente se han tomado a lo largo de los conflictos, digamos “estándar”.

En una situación de guerra total como la que vivimos, no hay policías ni ejércitos suficientes en el Planeta que nos permitan vivir con la mínima tranquilidad. Por tanto, TODOS, insisto TODOS, debemos ser parte de un ejército y de una policía que tiene como finalidad garantizar – al menos dentro de lo humanamente razonable – nuestra propia integridad. Por el momento, no sugiero que cada uno coja un Kalasnikov, ni el cuchillo cebollero de la cocina, pero sí que deberíamos ser más conscientes que nuestra propia seguridad y la de los nuestros, exigen una actitud diferente. Ya no podemos “delegar” las funciones de inteligencia y seguridad exclusivamente en la FFAA y en los CCSS de los países. Ahora, nosotros, en nuestro modesto nivel, también formamos parte de esa seguridad. Debemos dar un paso al frente y asumir ciertas responsabilidades. Insisto, todavía no es necesario pasar a cuchillo a ningún sospechoso, en plan preventivo, pero no nos iría mal un cambio de mentalidad.

Todo ello, además, debería ir acompañado por una serie de medidas acordadas por los gobiernos, entre las cuales, se me ocurren algunas:

· Control riguroso de fronteras. O lo que es lo mismo: a tomar por saco Shengen.

El mundo está repleto de ideas excelentes sobre el papel, que después, no han conseguido los éxitos que se esperaban. El comunismo es un ejemplo y una Europa sin fronteras, puede ser otro. 

Lo que no puede ser es que una idea, que tiene como base de partida la igualdad y la libertad, pueda servir en bandeja a unos asesinos, la posibilidad de intentar destruir lo que nos ha costado 2 Guerras Mundiales y unos cuantos millones de muertos construir. La libre circulación de bienes y personas, no se puede convertir en una amenaza para quienes creemos en valores europeos de respeto, concordia y libertad.

  Control de las comunicaciones.

Es muy posible que si esto lo lee Edward Snowden, le pueda salir  un sarpullido, pero es posible – sólo posible – que él haya hecho bastante más daño con “cogérsela con papel de fumar”, del que está dispuesto a admitir.

Hoy en día, la guerra en las que estamos inmersos, se desarrolla en el éter, en las ondas, en las comunicaciones, en internet, en guasaps, en emails, en iPhones…Es absolutamente primordial, dotar a nuestras FFAA y policías, de los medios necesarios para que puedan hacer su trabajo, que no es otro que protegernos. ¿Quieres ir al súper mercado con tus hijos y no encontrarte de pronto tirado en el suelo mientras un tarado de los cojones grita que Alá es grande? Pues eso, querido/a, tiene un precio y no basta con poner un policía a la puerta del súper. Lo que hay que evitar es que el tarado coja un arma, tenga un coche, se mueva libremente por Europa, sus ciudades y aeropuertos, tenga un piso donde dormir y comer, y vaya a tu súper a meterte un tiro en la cabeza. 

En España, sólo en este año 2015, se han arrestado a 160 sospechosos de colaboración con el IS. Y todavía no ha terminado el año. En Francia, creo que van por 400.

A veces resulta más barato taparse la nariz, que recoger los restos de tus seres queridos, esparcidos por la explosión de una bomba.

“El Estado, también se defiende en las alcantarillas” (F. González, Congreso de los Diputados).

  Colaboración ciudadana.

En los antiguos países tras el telón de acero comunista, el control férreo de los estados totalitarios sobre los ciudadanos, se basaba fundamentalmente en las propias fuerzas de seguridad y en no pocos casos, en la colaboración de una parte de la población.

Se decía que en la Alemania del Este, la mitad de la población vigilaba a la otra media, a través de la famosa STASI. Tampoco deberíamos de rasgarnos las vestiduras. Aquí, en España, lo hicimos igual y se llamaba Santa Inquisición. Aunque esa fue una de las muchas formas que adoptó.

Pues que no se nos caigan los anillos si tenemos que echar mano de estas prácticas, con el único fin de salvaguardar nuestra libertad y nuestra vida, y no como en siglos pasados, donde prevalecía el interés económico de acusar a un falso cristiano – ya fuere árabe o judío - , para quedarse con sus propiedades como premio. Si todos y cada uno asumimos que podemos ayudar, nos estaremos ayudando a nosotros mismos.

Y si alguna de estas ideas te parece extravagante, inapropiada, desmedida o racista, piensa sólo en dos cosas:
·  
       España está en grado 4 sobre 5, de Alerta terrorista, desde el pasado junio.

·         Que en breve estamos a las puertas de las Navidades, de las compras en grandes almacenes, de concentraciones masivas de gentes, que celebran el Nacimiento de Cristo. Imagina el placer que debe proporcionar a un tarado yihadista, matar a unos pocos cientos de cristianos herejes.

¿O es que te crees que lo del 11-M fue por lo de Irak?

jueves, noviembre 05, 2015

Al Capone, no negocia. Artur Mas, tampoco.



Ya lo he dicho en alguna otra ocasión, pero no me importa repetirme. Si de algo podemos sentirnos orgullosos los españoles es de nuestra Transición.

Ayer, no me podía perder – nunca lo hago – el programa de Bertín, charlando con Adolfo Suárez hijo. Hubo un momento en concreto, en el que me sentí especialmente identificado con la situación y fue cuando Bertín hacía referencia a “aquellos de nosotros que vivimos aquella época, siendo plenamente conscientes de lo que estaba pasando, porque ya teníamos unos añitos”. Y efectivamente. Para mí, aquellos años escritos a sangre y muerte por parte de ETA, de algaradas callejeras, de manifestaciones, de huelgas, de hiperinflación, de asesinatos fascistas de abogados en sus despachos, de atentados con bomba en cafeterías, de coches bomba, de secuestros de Tenientes Generales, de servicio militar en Torrejón de Ardoz…todo eso y mucho más, es un cúmulo de cosas imposible de olvidar. Es tanto, que si alguna vez lo recuerdo, parece que le ocurrió a otra persona. 

Y sin embargo, los españoles, en aquellas extraordinariamente difíciles circunstancias, fuimos capaces de salir, sin demasiados rasguños, aparte, claro está, de aquellos que se dejaron la vida en el intento.

De toda aquella etapa, siempre me ha llamado muchísimo la atención el proceso de hara-kiri que ejecutaron las Cortes Españolas, designadas por Franco. En el libro titulado “Lo que el Rey me pidió”, se describe con detalle cómo fue ese proceso, que llevó a aquellas cortes franquistas a auto-extinguirse, simplemente porque supieron ver que España les sobrepasaba. Fue a partir de ese momento, con la aprobación de la Ley para la Reforma Política, cuando los españoles, pero sobre todo, aquellas cortes franquistas, decidieron que en España iba a haber una democracia de verdad. En ese libro se menciona la frase que dio lugar a todo, pronunciada por el Rey Juan Carlos a Torcuato Fernández Miranda, artífice de la obra: “De la ley a la ley”.
Es el mejor resumen para destacar que se puede pasar de una dictadura – en sus horas bajas, sí, pero dictadura al fin y al cabo – a una democracia. A eso sí que se le puede llamar diálogo, y no lo que pretenden  los independentistas catalanes desde hace años. En ese libro – cuya lectura recomiendo con entusiasmo – se explica cómo entre el Rey, Torcuato, Adolfo Suárez y alguno más afín a ellos, se dividieron literalmente las Cortes, para influenciar sobre aquellas personas clave, que a su vez, debían influenciar a otras. Eso es diálogo. Lo que hacía Al Capone, o Artur Mas, no.

Para los que lo hayan olvidado o aquellos que no sepan el perfil de aquellos que votaron “sí” a la reforma, “sí” a renunciar a su estatus, “sí” a la democracia, aquí van algunos ejemplos:

VOTARON SI (algunos):

Tomás  Allende y García-Baxter è Ministro de Hacienda con Franco
José María Aguirre Gonzalo è Luego Presidente de Banesto
Juan Arespacochaga y Felipe è Antiguo alcalde Madrid con Franco.
Carlos Arias Navarro è Presidente del Gobierno en tiempos de Franco (1973-76)
Gregorio López Bravo de Castro è Ministro con Franco en diversas ocasiones y miembro destacado del Opus Dei.
Tomás Garicano Goñi è Jurista Militar y Ministro de la Gobernación con Franco
José María López de Letona y Núñez del Pino è Ministro con Franco.
Laureano  López Rodó è Ministro y responsable económico de los Planes de desarrollo. Miembro del Opus Dei.
Torcuato  Luca de Tena y Brunet è Periodista fundador de ABC y Blanco y Negro
Alberto Martín-Artajo y Alvarez è Jurista. Participó en la creación del Fuero de los Españoles. Presidente de Acción Católica
Cruz Martínez Esteruelas è Ministro de Educación con Franco.
Alberto  Monreal Luque è Ministro con Franco.
Miguel Primo de Rivera y Urquijo è Sobrino del fundador de la Falange y nieto del Dictador (1923-30)
Ramón Pita Da Veiga y Sanz è Hermano de Gabriel, Ministro de Marina con Franco, que dimitió cuando se legalizó el PCE.
Antonio María de Oriol y Urquijo è Banquero
Matías  Prats Cañete è Periodista
Juan Antonio Samaranch Torelló è Afiliado a Falange. Presidente Diputación Barcelona, con Franco.
Jesús Sancho Rof è Posteriormente Ministro del Interior.
Federico Silva Muñoz è Ministro Obras Públicas con Franco. Fundador de Alianza Popular.
José  Solís Ruiz è Preboste franquista.

Así hasta un total de 425 votos a favor.

QUIENES VOTARON NO?

Raimundo Fernández-Cuesta y Merelo è Falangista y Ministro con Franco
José María de Oriol y Urquijo è Un hermano vota sí y el otro no.
Blas Piñar López è Pues claro!
José  Utrera Molina è Falangista. Ministro con Franco (suegro de Ruíz Gallardón)

Hasta un total de 59.

En ese tiempo, hubo gente que supo ver por encima de su ego. Hubo gente que, tragándose algún sapo que otro, entendió que su tiempo había pasado y que el que venía, necesitaba otros actores. Hubo gente que llevó el sacrificio hasta sus últimas consecuencias políticas.

Quién nos iba a decir, 40 años después, que unos supuestos demócratas, manipuladores de datos, de palabras y de la historia, iban con su desafío independentista a hacer que echáramos de menos a unos franquistas, a unos del Opus Dei, a muchos de esos que posteriormente han sido clasificados como “la derechona”. Quién nos iba a decir, que 40 años después, seguirían siendo una lección que algunos todavía no han aprendido.

Enseñémosles que si un día fuimos capaces de pasar “de la ley a la ley”, podemos hacer cualquier cosa. Eso sí, tenemos que estar de acuerdo una amplia mayoría. Como esos catalanes que votaron masivamente “sí” a la Constitución de 1978. Esa misma Constitución que les faculta a todos ellos, a pronunciarse como lo hacen y a la que renuncian a respetar, al mismo tiempo que solicitan amparo cuando les conviene. 

La Constitución, se comporta como una madre: siempre perdona los pecados de sus hijos, pero eso no exime de los castigos merecidos.