miércoles, marzo 14, 2018

De pensiones y jubilaciones


El tema de las pensiones y de las jubilaciones en España, está de moda últimamente. Hoy mismo, en el Congreso ha comparecido Rajoy para abordar este tema de forma monográfica. Y cada día, nos bombardean los medios de comunicación de uno y otro color, con las ideas más peregrinas, las ocurrencias más surrealistas o los planes más inverosímiles. Estamos en pre campaña electoral (largo me lo fiáis) y esto no ha hecho más que empezar. Y lo que te rondaré morena.

A la mayoría de los futuros afectados se les cierra el píloro cuando leen que se va a alargar la edad de jubilación hasta los 70 años. Se les atraganta la caña o la copa de vino cuando escuchan que para el cálculo de la pensión, se van a contabilizar todos los años de vida laboral. Que el resultado de la pensión va a resultar tan descabelladamente ridículo, que aun a pesar de estar jubilado, va a tener que seguir trabajando (no dicen en qué). Y así, día sí y día también. Todo el mundo con la respiración aguantada y el culito apretado por si acaso. Y encabronados, claro.

Y mientras tanto, unos hablando de que ellos han cotizado 40 años y que se van a encontrar con una mierda como el sombrero de un picaor a la hora de retirarse y cobrar la pensión. Éstos, parecen entender que las cotizaciones a la Seguridad Social, son exactamente lo que se dice un Plan de Pensiones. Y los confunden. 

Otros, hablando de imponer un nuevo impuesto, esta vez a la banca. Original y novedosa estupidez de los, por otra parte, autodenominados progresistas, que cada vez que abren la boca sube el pan. Como si ese supuesto nuevo impuesto a la banca (a la siderurgia no? Ni a la industria textil tampoco?) no fuera a repercutir en los bolsillos del resto de ciudadanos.

Y al mismo tiempo que se produce todo esto, lees en los periódicos que en el ERE de El Corte Inglés, hay bofetadas por apuntarse primero y que se apuntan más de los que se esperaba. Y lo mismo cabe decir del ERE de Banco Popular, que tras la última fusión, les sobran unos cuantos y se han apuntado más de los previstos. Y la misma historia con el ERE de Bankia. O sea, que parece que la gente está ansiosa por mandar a tomar por saco a su jefe, a la empresa al padre de Domingo Ortega y a la madre que les parió a todos.

Al final, el ansia de jubilarse, está relacionado mucho más con el hartazgo de la mierda de trabajo que haces, que por la edad, el cansancio o cualquier otra consideración.

Emilio Botín, se podría haber jubilado hace mil años. Y Amancio Ortega, idem de lo mismo. Y Juan Roig, el dueño de Mercadona. Y tantos otros como ellos, que si se mantienen al pie del cañón es simplemente porque disfrutan haciendo lo que hacen. Y no es necesario ser rico para encontrarse gente así: que disfruta con su trabajo. Y voy a poner un ejemplo de hoy mismo.

Por razones que no vienen al caso ahora, necesitaba encontrar a alguien que hiciera pantallas de lámparas. Hoy en día, o te compras una que te vendan en cualquier tienda donde las tienen hechas (y después reza para que las medidas sean las mismas)  o encontrar a un profesional de este tipo de oficios, te puede costar igual que encontrar un sextercio de oro.

Buscas y rebuscas durante días y semanas. Y finalmente, parece que lo encuentras. No tiene página web y probablemente no aparezca en las páginas amarillas, pero de alguna forma y por algún duende, das con un nombre y un teléfono. Como dudas de si es verdad lo que ven tus ojos, llamas al teléfono y sorprendido, compruebas que un ser humano, al otro lado, responde. Después de confirmar que efectivamente has dado con el sitio que buscabas, te diriges hacia el lugar.

Dejas el coche en un parking público y te encaminas andando hacia la zona peatonal en la que Google te dice que está la dirección. Llegas a la zona, buscas algún indicio, algún vestigio de la remota existencia de algo que en su día, allá por el siglo XX, pudiera haber constituido un taller, una tienda o similar. Nada! Es como estar delante del tesoro de los Templarios y no ser capaz de verlo. Sabes que está ahí, has andado la callejuela de escasos cien metros hacia arriba y hacia abajo, sembrando la curiosidad entre los parroquianos de los bares y cafeterías - todos ellos guiris, por supuesto - que te observan con disimulo. Nada! Nada hace sospechar que alguna parte, entre el banco, la cafetería, la pizzería, una tienda de zapatos y otro banco, pueda haber un taller donde se fabrican pantallas para lámparas.

Es entonces cuando acudes de nuevo a la tecnología, pero en esta ocasión, a la más antigua. Llamas por teléfono y el mismo señor que te atendió, te responde. Tú le cuentas dónde estás y le pides auxilio y favor y él, generoso, te responde que no te muevas de allí que va a buscarte.

Al cabo de unos segundos, aparece un señor mayor, con el pelo canoso, de escasa estatura, que te hace señas y te invita a que le sigas. Entonces, subiendo por una escalera por la que has pasado 50 veces en la última media hora, te introduce en lo que tú has interpretado que era la parte posterior de un bar, lleno de cajas de bebidas, y de trastos. Continuas bordeando un patio interior de un bloque de viviendas, que más parece el zoco de Estambul. Allí, entre polvo de las obras que están haciendo, cables que caen desde el cielo y cancelas abiertas, llegas a una puerta de metal, que te da la entrada a un espacio amplio, con más aspecto de almacén que de taller. Y ese es el sitio. Más escondido que el primer amor de Serrat entre las cañas.

Tú le cuentas tu problema. Le enseñas las lámparas que debieron de fabricarse en tiempos de Aladino. Y el señor bajito y con pelo canoso, te va mostrando los distintos materiales de los que te puedes servir para confeccionar las pantallas.

En una mesa abarrotada de todo tipo de objetos, el señor encuentra un bloc y un bolígrafo con el que va tomando notas y medidas. Después, incomprensiblemente, descubre debajo de un montón de papeles que harían mejor servicio en el cubo de la basura, según tu humilde opinión, una lista de precios según los tamaños de las pantallas y el material.

- En total, van a ser 27€. Le hago precio de mayorista, porque no tengo ganas de empezar a hacer números.
- Muchas gracias. Así es que usted provee entonces a otros?
- Claro! A montones de hoteles, por ejemplo.
- Yo es que tendría que venir más veces, porque tengo otras que es posible que también cambie. Usted va a seguir aquí o cuándo piensa jubilarse?
- Yo tengo 87 años. Y no tengo la más mínima intención de jubilarme. ¿Para qué? ¿Para quedarme sentado en un sillón todo el día, viendo la TV? No. De eso nada.
- Oiga y esto para cuándo puede estar?
- Para mañana. Pero vamos si tienen prisa se lo hago en un rato mientras ustedes se toman una caña por aquí cerca.
- Muchas gracias, pero la verdad es que no tenemos tanta prisa. Con que esté para mañana, es suficiente.

Y esa misma tarde, o sea, ayer, te llama el señor bajito, el de pelo canoso, Don Rafael, y te dice que ya tienes las pantallas.

Y mientras tanto, miles de personas, preocupadas por su jubilación y partiéndose los morros por apuntarse el primero a los ERE de El Corte Inglés, Bankia y Banco Popular. 

Pero es que Don Rafael, no lo hace por dinero. Simplemente disfruta con su trabajo.

viernes, marzo 09, 2018

Feminismo y feministas


La primera vez que se reconoció en España el sufragio femenino
fue en la Constitución de 1931 de la Segunda República Española.
Los debates sobre el derecho al sufragio, en el otoño de 1931, fueron de los más intensos y curiosos en la tramitación de la nueva Constitución que elaboraron las Cortes Constituyentes de la República. Sorprende por ejemplo que Victoria Kent, del Partido Republicano Radical Socialista, se opusiese al sufragio femenino. Y lo más sorprendente es que el argumento fue el siguiente, como contaba ABC en su crónica del 2 de octubre de 1931: «Es necesario que las mujeres que sentirnos el fervor democrático, liberal y republicano pidamos que se aplace el voto de la mujer.
(Ver artículo ABC)
En otros países:
·         Italia1945 
·         Bélgica1948 
·         Grecia1952 
·         Andorra1970 
·         Portugal1976 
·         Liechtenstein1984 
·         Suiza1971 

Algunas mujeres sobresalientes:


Otra a la que ponían a parir, como a Begoña Villacís, además
de por ser de derechas, por ser “noble”, algo que una feminista de pro, no puede consentir.
Es la única mujer que ha ostentado la Presidencia del Senado.
Del PP.

Luisa Fernanda Rudi junto con Ana Pastor Julián, las dos únicas mujeres que han presidido el Congreso de los Diputados.

¡Coño, qué casualidad! Y las dos del PP (putos machistas estos de la derechona).


Ministra y madre de 7 hijos, la ponían a caldo por ser rubia, pija y del OPUS.

No parece que sus aspiraciones políticas y personales, supusieran un problema especial para ella.


Se presentó al puesto de Secretaria General del PSOE y amablemente, sus compañeros le dijeron que se quitara de en medio y sin hacer ruido.

Carmen Chacón del PSOE.

¡Coño! La misma historia que Matilde!

¡Qué casualidad! Las dos del PSOE.

Al parecer, y por los diversos comentarios vertidos en diversos medios (repasar internet), a los de Podemos, lo del Día de la Mujer, les viene bien para salir en la foto. De hecho, según nos enseña la reciente historia, a lo máximo a lo que puede aspirar una mujer en Podemos es a ostentar el cargo de concubina del coletas. Y cuando caes en desgracia, te mandan al gallinero del Congreso, lejos del líder, o ni siquiera te dejan llevar al niño para que le des teta.

A mí me parece lo más natural del mundo que dos personas que hacen el mismo trabajo, ganen lo mismo. Pero dicho esto, contaré una historia personal.

Hace mil años, tenía un compañero de trabajo, con la misma categoría y las mismas funciones que yo. Las horas extras, a él se las pagaban al doble que a mí. O sea, que no es necesario ser mujer para que haya injusticias.

Los que se llenan la boca de exigir igualdad, luego son los primeros en defenestrar a las mujeres en sus propios partidos políticos o sindicatos. ¿Porqué nunca ha habido una Secretaria General de CCOO o de UGT? O es que eso no cuenta.