sábado, noviembre 29, 2014

DE MAYO DEL 68, HASTA HOY.



El otro día escuché una frase a Rajoy en el Congreso, advirtiendo del riesgo que conlleva el proclamar que la corrupción es un mal generalizado. Afirmar tal cosa, -decía- termina por concitar a los salvapatrias con sus escobas barriéndolo todo. No le falta razón y me explico.

De pronto, me vino a la memoria un suceso histórico que, aunque yo fuera un niño, me impactó verlo por la tele. Como me impactaba ver la guerra de Vietnam en el telediario. Me refiero al famoso mayo del 68 francés y los paralelismos – que no similitudes - que se pueden establecer entre aquellos tiempos y éstos en los que vivimos ahora.

Como en toda época de crisis, las protestas nacen en la calle y las generan los estudiantes. O al menos, los que se supone que deberían estar estudiando. Así fue en la Francia del 68 y más concretamente en París y así fue también en España, sobre todo en Madrid. Aunque eso sí, los métodos han sido bien distintos. Mientras en París los adoquines que empedraban las calles, adquirieron la propiedad de volar dirigidos hacia las masas de policías de  “La Gendarmerie”, aquí, se limitaron a plantar unas tiendas de campaña en la Puerta del Sol, colgar pancartas con slogans y frases ingeniosas, y hacer asambleas populares, con una estética hippy trasnochada. Igual que lo hicieron en París, pero entonces, lo hippy estaba de rabiosa actualidad.

Los del 15-M – antecesores de PODEMOS – protestaban por las mismas razones por las que lo hacían los franceses hace 45 años: “el sistema”, no les gustaba. Los índices de paro eran preocupantes, tanto para los franceses de entonces, como ahora para los españoles. Después de una época de bonanza económica, se empezaban a vislumbrar los primeros nubarrones de una crisis que amenazaba el bienestar y los logros conseguidos hasta entonces. Como en España. Había, por tanto, unos damnificados directos de la crisis, que eran los jóvenes y también los obreros de la industria. Los ingredientes perfectos para una sopa explosiva. Sólo faltaba el fuego, la chispa.

Todo caldo de cultivo, necesita de una fuente de energía que lo alimente y lo mantenga. Y en este tipo de situaciones, son las ideas. Filósofos, escritores, catedráticos, dramaturgos, pensadores en general, aportan cada uno su granito de arena, en un experimento del que ellos formarán parte pero tan sólo de un modo teórico. Los peones de esa partida de ajedrez, son los que van a la calle a tirar adoquines a los policías o duermen en tiendas de campaña en la Puerta del Sol. Son al mismo tiempo los peones y los cobayas. Así es como surgen las frases que deslumbran a unos cuantos indocumentados, que escritas en una pared, en una pancarta o en un twitter, parecen adquirir una nueva dimensión. Luego, la mayor parte, sólo constituyen un pretexto para filosofar o reflexionar en una obra de teatro o en una película de arte y ensayo o en un blog sobre “seguidores de Harry Potter”, pero totalmente irrealizables; imposible de que se lleven a la práctica. De aquellas famosas frases hijas del 68 francés, sobresale una por encima de todas: “Seamos realistas: pidamos lo imposible”. Y es en este punto en el que convergen el mayo francés y Podemos.

Llevo meses leyendo aquí y allá, lo que parece ser un continuo amago de programa político de PODEMOS que, - tal vez interesadamente – nunca termina de concretarse. Es como si los guionistas de una telenovela venezolana, pretendieran hacer sus guiones al dictado de la opinión de los telespectadores, para de esta forma, asegurarse el éxito de audiencia. Por tanto, en tanto no se conozca la opinión de la audiencia sobre un determinado aspecto concreto, el programa no estará completado. Es por ello que día sí y día también, el coletas está como Dios, en todas partes, en todas las cadenas de TV, en todos los programas de radio, en todos los medios de comunicación social, sobre todo, internet. En cada uno de ellos, va dejando retazos de lo que se supone forma parte de una lección magistral, adornada con frases que para algunos sonarán a nuevas, incluso brillantes, pero que en realidad – y he aquí su habilidad – no ha inventado nada que no se haya probado ya y con conocidos resultados. Frases tan huecas, tan vacías de realidad, que a veces dañan el sentido común y a veces, la propia inteligencia. Me recuerda al chiste del individuo que estando de caza, apunta sin ton ni son y al disparar una sola vez, abate a tres perdices de golpe y su compañero le dice: “Así cualquiera: apuntando a todas…”. Cada día, como si estuviera en la Universidad, se le van ocurriendo conceptos a los que podría aplicar su filosofía, tan personal como ilusoria, a la espera de conocer el impacto que ha tenido en su audiencia, para de esta manera, incorporar la idea o no, a su supuesto programa de partido.

Y sin embargo, el Polpotito español, en el fondo es consciente de las nefastas consecuencias que la aplicación de sus principios marxistas, tendrían en la economía de España. Por eso, de vez en cuando, intenta ponerse la venda antes que la herida y advierte de las consecuencias que él mismo es capaz de anticipar. Es como querer estar en los dos lados de la cancha de tenis, jugando el partido. Es como querer tener razón siempre.

Ahora, una vez más, amenaza con un programa económico, cuyas bases de partida han sido diseñadas por dos individuos, - catedráticos sí -, pero de inconfundible tendencia política. La lectura de algunas de esas “ocurrencias”, hacen saltar todas las alarmas por lo que respecta al sentido común, la coherencia y la sensatez. Hablar de “reconocimiento en nuestra constitución de un principio que consagre el crédito y la financiación a la economía como un servicio público esencial”, me parece más un ejercicio para subir la nota en la Universidad, antes que una idea aplicable en un país de la UE del s XXI. Mencionar la “creación de una banca pública y bancos ciudadanos de interés público sujetos a condiciones estrictas que garanticen su sometimiento al anterior principio y al control ciudadano para evitar la corrupción que se ha generalizado en los últimos años” es tanto como decir que elimina la banca privada, entre otras cosas, por ser la supuesta responsable de la corrupción que – sin duda – invade grandes áreas de nuestro sistema. Dicho en otras palabras: nacionalización de la banca. Y así, podría ir repasando la lista de simplezas hasta que me sangraran los dedos de escribir.

Cierto es que nuestro sistema tiene cantidad de imperfecciones, es evidente. Pero cuando en una casa se advierten goteras o filtraciones, uno no destruye la casa. Investiga de dónde vienen e intenta poner remedio. Cuando después de estar mucho tiempo sin limpiar se constata que está llena de mierda, uno no termina por quemar la casa argumentando que está sucia. Antes al contrario, o se pone a limpiarla con cuidado, paciencia y esmero o toma la decisión de despedir a la señora de la limpieza, la cual, evidentemente, no parece que haya hecho el trabajo por el que se la paga. Uno no se divorcia de su mujer sólo porque ya no sea virgen. Entre otras cosas, algo de culpa ya tienes tú, no?

En épocas de crisis, siempre surgen los salvapatrias. Algunos, van de intelectuales y se dejan adular por aquellos que proclaman “no pueden decir tonterías, porque vienen de la Universidad”. Pobres ingenuos. Ignoran que Valdimir Illinch Ulianov, también era universitario. Y John Maynard Keynes, también.

Otros salvapatrias, prefieren utilizar los métodos que les son más familiares y que utilizan con mayor destreza. Y es entonces, cuando aparecen los Castro, los Chávez o los Franco.

Que en nuestra casa tenemos mierda? Por toneladas, sí. Que nos queda mucho por hacer? Sin duda. Que es desmotivador comprobar día tras día que cuando no es uno, es otro, hay corrupción por todas partes? Está claro. Pero que no se nos pase por alto algo muy importante: que este sistema imperfecto es el mismo que nos está permitiendo conocer y luchar contra los corruptos.

Dejémonos de frases y eslóganes y pongámonos todos a colaborar en destapar a los corruptos, y poner los medios para que no salgan más o si salen, que lo paguen caro. Dejémonos de salvapatrias más o menos instruidos que intentan confundirnos haciéndonos creer que sus ocurrencias, se corresponden con ideas maduras.

Ya lo dije hace tiempo: lo del 15-M, era un experimento social y ya vemos cuál era el objetivo.

Y todo esto sucede, por la pérdida de identidad del PSOE. Los socialistas, se han dejado arrebatar su posición de centro izquierda y ahora lo vamos a pagar caro todos.