martes, marzo 01, 2016

EL PSOE y sus "cordones sanitarios" contra el PP.



Una de las obsesiones – tiene muchas – más neuróticas del PSOE como partido, es la de aislar al PP del resto de fuerzas políticas. Hacerle el vacío, como cuando en el colegio acosan a un alumno y le obligan a transigir con sus chantajes o si no, tendrá que vivir sólo y apartado. Si no fuera ilegal, declararían al PP “partido non grato”, ahora que está de moda que cualquier papanatas de tres al cuarto – apoyado por el PSOE, si puede ser – haga semejante ejercicio de inutilidad política.

Fue allá en la lejana fecha de septiembre de 2006, en la primera legislatura del tonto solemne de ZP, cuando todos los grupos parlamentarios del Congreso, menos el PP, acordaron vetar, a propuesta del Partido Socialista, todas las iniciativas parlamentarias del Partido Popular relacionadas con la investigación de los atentados del 11-M.

Jamás he tenido noticias, nunca, de ningún país que haya hecho algo similar, con la única finalidad de acallar las voces incómodas que se alzaron pidiendo esclarecer ciertos aspectos oscuros, sobre un tema tan doloroso y que tuvo tan graves consecuencias. Por otra parte, esta actitud de “cerrar la boca” a quien disiente, resulta muy común en partidos con ciertos tics totalitarios como el PSOE. 

Debemos recordar, para aquellos olvidadizos, que cuando todos los datos y las encuestas otorgaban una amplia victoria al PP de Aznar, los atentados del 11-M y las manifestaciones supuestamente “espontáneas” y coordinadas por los socialistas frente a las sedes de los populares, en plena jornada de reflexión antes de las votaciones, terminaron de forma coordinada por dar la vuelta – desgraciadamente para España – a las previsiones, con los resultados que ya sabemos.

El Congreso de los Diputados, el lugar en el que reside la voluntad de los españoles, decidió, a instancias de los Socialistas, tapar la boca al PP para que no se terminaran sabiendo y quién sabe si descubriendo, algunos aspectos de la investigación que no estaban del todo claros. Eso sólo pasa en España, porque no se ha sabido que semejante aberración política haya ocurrido en EEUU, Reino Unido, Francia o Alemania, donde han tenido lugar diversos atentados terroristas, de diversas consecuencias.

Pero no fue hasta unos meses más tarde, en enero de 2007, cuando el actor Federico Luppi (comunista), en una rueda de prensa – hay que ver qué dados son los actores a hablar de política en ruedas de prensa - parió el término el 26 de enero de ese año, después de que el PP se negara a participar en una manifestación-farsa contra el terrorismo convocada por el mismo PSOE que había estado negociando con ETA hasta unos días antes. "Nos va la vida", - dijo Federico Luppi durante aquel acto,-  "en crear un cordón sanitario para que esta derecha cerril y casi gótica no se adueñe del pensamiento español".

Una vez más, “el pensamiento español” DEBE SER ÚNICO, no diverso, y a ser posible bajo el único influjo de las fuerzas “progresistas” del PSOE. Eso al menos, es lo que se desprende de las palabras del actor argentino, nacionalizado español, precisamente por el entonces Ministro Michavila.

Y, en efecto, a los pocos días el PSOE y el resto de grupos parlamentarios acordaban boicotear todas las iniciativas parlamentarias sobre ETA que el PP presentara. Y el término "cordón sanitario" se instaló definitivamente en el lenguaje político del momento y ese cordón sanitario estuvo operando hasta el final de la primera legislatura de Zapatero, dejando al PP aislado en las Cortes.

Sin embargo, no es verdad que fuera un cordón sanitario contra el PP. En cuanto el PP varió de política a raíz de las elecciones de 2008 y renunció a investigar el 11-M y a oponerse a la negociación con ETA, su aislamiento parlamentario se disipó.

Era, por tanto, un cordón sanitario contra España, no contra el PP. Mientras el PP estuvo en la tesis de defender España, se vio afectado por el cordón sanitario, pero en cuanto renunció a defender a los españoles, se le autorizó inmediatamente a salir fuera del cordón.

Diez años después, el PSOE, una vez más, vuelve a intentar aislar a los populares, aunque en esta ocasión, en vez de utilizar al Congreso, se vale de sus adláteres, de las ruedas de prensa, de los medios de comunicación y de las redes sociales.

Cuando Pedro Sánchez acudió a Moncloa para entrevistarse con el entonces candidato Rajoy, antes de sentarse físicamente en la silla, ya le había advertido a Rajoy que no le iba a dar ni agua. Ni le votaría a favor, ni se abstendría, ni consenso, ni coalición, ni permitiría que fuera presidente, ni nada de nada. Antes de sentarse, insisto en el detalle. 

Una vez más, el PSOE juega el papel de “niño matón” del cole, y comienza a hacer acoso contra el PP; le pone el palito en la rueda de la bicicleta, impide que Rajoy tenga los votos necesarios para obtener la investidura y el gobierno, y la única finalidad, es ver si él, Pedro Sánchez, con los mismos problemas de aritméticos que Rajoy, pero sin ningún escrúpulo – y eso es lo que les diferencia – consigue sentarse en la Moncloa. A cualquier precio, que para eso ha estado pregonando lo contrario durante meses. Si para ello, tiene que prometer a todo el mundo lo que quiere oír, no hay problema. Una vez conseguido su objetivo, ya se las ingeniará para hacer lo que le venga en gana. Al fin y al cabo, su único objetivo, su obsesión neurótica, no es hacer grande a España, sino tirar a la basura todo lo que ha hecho el PP. Ese es su programa electoral. Eso y subir impuestos, claro, como buen socialista que se precie y si además eres economista, más.

El mensaje, deber ser siempre el mismo: el PP está aislado. El PP no dialoga. El PP no pacta. Poco importa si el que ha encerrado al niño en el cuarto oscuro, ha sido él mismo (PS); lo importante es machacar a la sociedad con el mensaje de que el PP, no cuenta. Y que además, han sido sus propias y anquilosadas ideas las que le han llevado a ese ostracismo. Pura manipulación.

Lo aberrante de esta situación es que, quien propone este ninguneo, es el responsable del mayor fiasco en democracia del PSOE, habiendo obtenido el menor número de escaños que jamás tuvo su partido. Y para más inri, propone eliminar del mapa político, al partido que ha ganado las elecciones y que le saca casi 2 millones de votos.

Aún así, todavía hay gente que es capaz de afirmar sin sonrojarse, que ganar unas elecciones democráticas, no lo es todo. Y entonces, yo me pregunto:¿Y qué es lo más importante, pues? que diría un vasco. 

Si esta misma actitud la defendiera cualquier líder de república bananera, estaríamos hablando en los TD de golpe de estado encubierto, de pucherazo o como mínimo, de irregularidades y de falta de transparencia. ¡Que lo más importante en unas elecciones, no es quién gane! No he oído nada tan absurdo desde que Florentino dijo que Benítez era la solución al Madrid.

Si de verdad España tuviera algún significado para Pedro Sánchez, habría aceptado como buenos los resultados de las elecciones. Habría maquillado su debacle electoral y probablemente, hasta podría haber sido Vicepresidente y desde algunos ministerios, llevar a cabo reformas con ciertos visos de estabilidad, de consenso y de futuro.

Pero no. Él, se ha erigido desde el 21-D, en el adalid de una corriente que reinterpreta el verdadero sentir del voto de los ciudadanos (que debemos ser gilipollas y no sabemos lo que votamos), intentando convencernos de que lo que parece un círculo, en realidad, es un cuadrado. Y para ello, abusa de los gestos grandilocuentes: muchos documentos firmados, muchos apretones de manos, muchas sonrisas, muchas reuniones con fotógrafos como testigos, y hasta un referéndum interno en el PSOE que ha servido para demostrar – una vez más – que tiene a más de la mitad del partido en contra. Porque cuando tu líder te cita y no vas, es que pasas de él. Y encima, el 30% de los que votaron, lo hicieron en su contra. 

Y mientras tanto, todos con el culo muy apretado, no vaya a ser que en el último momento haya algún tipo de acuerdo con PODEMOS, que como decía el personaje de la película “Mejor Imposible”: “Esto no son unas medias, no. Esto no se paga con un gracias y ya está”. Así es que parece claro, que en ese caso los de PODEMOS, esperarían “tocar pelo”. Y de ahí lo del culo apretado.