martes, abril 16, 2013

El español y las nuevas tecnologías.

Las denominadas nuevas tecnologías, además de obligarnos a cambiar nuestro modo de interaccionar con el mundo que nos rodea, nos han modificado nuestras costumbres y también, el lenguaje, nuestra manera de expresarnos y los vocablos que utilizamos. Hoy, hasta el más analfabeto tecnológico, sabe lo que es internet, un pc, un email, y hasta un SMS o incluso un whatsapp. Otra cosa es que lo sepa utilizar, pero conocerlo, al menos sabe de qué va.

Y sin embargo, personalmente, no hay cosa que más me repatee los hígados que asistir a una conversación, sobre todo de trabajo, en donde el que hace uso de la palabra está constantemente insertando barbarismos del lenguaje en su intervención. Siempre he percibido esa actitud como de pretendida importancia, como queriendo dar a entender al auditorio que él, es un tipo que domina todos los conceptos, que está al tanto de las novedades y que además, por supuesto, domina el inglés, algo que al parecer, está en los genes de los españoles, debe ser una asignatura pendiente para casi todos. En definitiva, que los que así se expresan, me parecen unos pedantes, unos estúpidos, unos engreídos y normalmente intentan ocultar sus puntos débiles en la materia, detrás de un léxico cuasi ininteligible.  Además, son muy poco considerados con las personas que les escuchan, porque es probable que haya gente que no entienda lo que dice y entonces, pierde su razón de ser que estén allí, de pie o sentados, hablando a quien no entiende y además, no le interesa. 

El uso de una terminología que sólo unos pocos pueden entender, primero aleja al protagonista del resto y además le confiere un cierto aura casi  reverencial por utilizar palabros incomprensibles. Es exactamente el mismo efecto que causaban en su día los curas, cuando hablaban en latín, los médicos cuando le dan el diagnóstico al enfermo y los abogados, por poner sólo algunos ejemplo. Pero lo podríamos ampliar a los arquitectos, los ingenieros y demás. Es como un sello identificativo de que se pertenece a un cierto grupo social-económico-profesional, y que por supuesto, se está por encima del que escucha. Yo comprendo que hace algunos años, cuando eso de ser arquitecto, abogado o trabajar en "eso de las IBMs", estaba bien visto y hasta tenía su cierto prestigio pues a alguno se le iba la olla y pretendía presumir. Pero es que hoy, o estás en el paro o si has tenido suerte, has tenido que emigrar a Oriente Medio a comer dátiles porque aquí no te comías un colín.

Por otro lado, el español dispone de una amplísima variedad de términos que con mayor o menor facilidad, pueden usarse en vez de utilizar los mencionados barbarismos, que tal y como define el Diccionario de la Lengua, son extranjerismos no incorporados totalmente al idioma. Por ejemplo, PC, (personal computer) se puede sustituir por ordenador; email, por correo electrónico, etc. 

Es cierto que la razón fundamental de que se utilicen esos términos en lugar de los propios del español, se basa más en el reducido número de sílabas o palabras con que se define en uno u otro idioma y también es cierto que hay términos, como por ejemplo, internet, que no van a tener otra traducción posible. Pero sí abogo por una defensa de nuestro idioma, ahora que está tan de moda el hacer de los idiomas, una bandera de lucha. Así, por seguir con los ejemplos, podemos hablar tranquilamente de que he recibido un libro electrónico en formato PDF en mi bandeja de entrada de mi correo electrónico, en vez de decir, a través del outlook me han mandado a mi email, un e-book en pdf. pero no sé si lo podré descargar a mi tablet o al Ipod. A lo mejor tengo que usar el pen drive.

Ahora, ya no se tele-trabaja con un cliente; ahora se trabaja off-shore. Ya no se programa in situ, ahora se trabaja con Software Factory.

Ni te cuento ya el asco tan insufrible que me produce el ver "k" en vez de "que" o "xk" en vez de "porqué", en algunos mensajes. Ahí ya, ni entro. Y lo de las faltas de ortografía, me subleva.

No, si ahora resulta que me he vuelto un nacionalista lingüístico!

Si ponemos un poquito de interés, podemos seguir usando el mismo idioma y lo que es más importante, podemos seguir  comunicándonos y hacernos entender, que es de lo que se trata.



 

 
                                                                                                          
                                                                                                            
                                                                                                            
                                                                                                      

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