Mis visitas a la farmacia no tienen una frecuencia preocupante pero sí son constantes. Lo imprescindible para mantener tratamientos sintomáticos y de paso, adquirir cierta familiariedad con el ejército de dependientes que la atienden.
Tengo que aclarar que aquí, en Andalucía, el Sistema de Salud, es un caos en cuanto a la atención primaria se refiere, como ya he comentado en alguna ocasión. Para hacerse una radiografía o una eco, puedes esperar tranquilamente un año o casi. No me extrañaría que los índices de mortalidad aquí fueran mayores, por enfermedades que en otras partes de España no representan ninguna causa especial de preocupación. Pero en cuanto al tema del caos, el otro día la dependienta me dejó atónito.
Aquí, al menos han hecho una cosa razonable. Los residentes en Andalucía, disponen de una tarjeta sanitaria con un chip inteligente que permite, por ejemplo, dosificar las medicinas en la medida en las que han sido prescritas por el médico. De esta forma, se evita que la gente - con esa tendencia tan española de automedicarse - adquiera más medicamentos que después, al final, no va a tomar, aumentando un gasto innecesario para la Seguridad Social. ¡Increíble, pero cierto! Los socialistas han inventado un sistema que ahorra dinero a los contribuyentes. Claro, que ahora viene la mala noticia.
La manceba, como es protocoloario, me pidió la tarjeta sanitaria y como siempre suelo hacer en estos casos, al mismo tiempo que se la muestro la acompaño de la frase "soy extranjero", pues mi tarjeta sanitaria sigue siendo la de la C.A, de Madrid. También, como suele ser habitual, al margen del dependiente de turno que me toque, todos coinciden en que este sistema descentralizado de la Sanidad, es un auténtico despropósito y dispendio económico. Todo resultaría muchísimo más barato, por ejemplo, si el Estado Central, acordara la compra de todos los medicamentos que se expenden en farmacias en España, a dos o 3 o 5 laboratorios homologados. De esta forma, por el volumen de compra, se obtendrían unas ventajas en precios incalculables. Bien, pues en Andalucía, no sólo no se hace de forma centralizada, sino que cada provincia andaluza, tiene sus propios conciertos con diferentes laboratorios. Así, por ejemplo, mientras en Málaga el medicamento subvencionado para la gripe es una botella de Soberano, en Almería es una de JB. Aunque el principio sea el mismo, los productos, no. Pero no acaban aquí las particularidades de este sistema.
Como decía, la dependienta, una chica joven y simpática, me dijo que se había enterado de que fuera de Andalucía, había problemas para atender a los que portaban la tarjeta sanitaria de la Junta, incluso en los centros de salud. El "argumento", es que no se atiende a pacientes de Andalucía, porque luego la Junta, no paga. Ni las medicinas que se compren en Ciudad Real, ni las atenciones médicas primarias que se realicen en Tomelloso.
Así es que, magnífico. Dado que la Junta, se ha tragado - por el momento - más de 2.000 millones de euros (DOS MIL MILLONES DE EUROS ) con el tema de los ERE falsos, más todavía no se sabe cuántos por los de los cursos de formación NO IMPARTIDOS PERO COBRADOS, ahora resulta que a los ciudadanos, a los andaluces que han sufrido y pagado una cosa y la otra, ahora se les devuelve el favor con una actitud que, para empezar, es inconstitucional, pero que a no tardar, explotará si se sigue produciendo.
Y ante semejante cúmulo de despropósitos, la dependienta me confesaba entre incrédula y ofendida, que a pesar de "que todo el mundo se queja de lo mismo, al final todos van a seguir votando al PSOE. Yo no lo entiendo", se quejaba la pobre. Y fue entonces cuando, aparte de darle la razón, intenté explicarle cómo funciona esto de las elecciones generales. Le dije: "esto es como ser del Betis o del Sevilla. Da igual si juegan bien, si juegan mal, si pierden o si bajan a Segunda. Uno no cambia los colores."
Sólo así, partiendo de este hecho ineluctable, se puede entender cómo en una Comunidad Autónoma donde el PSOE lleva cometiendo toda suerte de latrocinios durante los últimos 40 años - no nos olvidemos del despacho en la Junta del hermanísmo de Alfonso Guerra, eh? - el partido sigue aspirando a gobernar. A los andaluces, A LOS PARADOS ANDALUCES, les han robado 2.000 millones de euros más los de los cursos de formación, más todo lo que todavía no sabemos y ahí siguen, diciendo que van a ganar y hasta pretenden hacerlo por mayoría absoluta.
Desde luego no es de farmacia de guardia. Es de Juzgado de Guardia. O de sillón de psiquiatra.
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