jueves, enero 03, 2019

De violencia de género y otras lindezas


Desde que a los de VOX, se les ocurrió mencionar el tema de la ley de violencia de género, se han desatado todas las iras y el rasgado de vestiduras es general. Todo el mundo anda escandalizado y echando pestes de “esos de la ultra derecha”. Pero como casi todo en esta vida, hay que añadir algunos matices que me parecen importantes.

En primer lugar, los medios de comunicación han transmitido, así, a lo bestia, el mensaje de que VOX quería suprimir dicha ley. Sí y no. 

Ayer, y debido a que el resto de la programación de TV era como para regurgitar la cena de Navidad, mientras hacía zapping en un desesperado intento por  encontrar algo aceptable y poco alienante, me topé con una cadena, que debe ser para los del PP lo mismo que “La Pirenaica” para los del extinto Partido Comunista de España (¿Porque ya no existen, no?).  En dicha cadena (TV13), le preguntaban a un responsable de VOX por su postura sobre este asunto y sobretodo, en relación al veto que supuestamente piensan dar en el Parlamento Andaluz, si no se modifica el acuerdo PP- C’s.  El responsable, de cuyo nombre no me acuerdo, dijo lo siguiente (más o menos):

    -  Nosotros estamos en contra de una ley que consideramos inconstitucional, porque considera al hombre enemigo de la mujer. Nosotros lo que queremos es que se tengan en cuenta toda clase de violencias: de hombre contra mujer, pero también, de mujer contra hombre, de hombre contra hombre y de mujer contra mujer.

En relación a esta declaración, que no creo que se me haya escapado mucho del mensaje básico, se me ocurren varias reflexiones.

La primera es que, desde hace mucho, personalmente, considero - y creo que ya lo he dicho anteriormente -, que la mencionada Ley de Violencia de Género, efectivamente debe ser inconstitucional, porque atenta directamente contra el principio que habla de que todos los españoles somos iguales ante la ley, sin distinción de raza, género, etc.etc. Otra cosa es que haya alguien con los suficientes huevos como para decirlo públicamente y que sobreviva.

La segunda reflexión que me sugiere la declaración de los de VOX, se debe a la apertura de mentalidad en cuanto a contemplar la violencia dentro de los grupos LGTB, que al parecer, y según se demuestra por la inexistencia de esas noticias en los noticiarios, simplemente no existen. Debe ser que los LGTB son más cultos y más civilizados. Dicha actitud se merece un especial reconocimiento, precisamente por tratarse de un partido que no acepta el matrimonio gay, pero al parecer, sí asume que dentro de esas uniones se da también la violencia, aunque no se machaca al personal todos los días en el TD de la Mateo.

Y la tercera reflexión que me sugiere, es que precisamente eso mismo, fue lo que dijo no hace mucho tiempo Albert Rivera y casi lo crucifican en la Diagonal. Rivera dijo que él era partidario de incluir toda clase de violencias. Lo mismo que ha dicho el de VOX.  Así es que ahora, que no venga Juan Marín rasgándose las vestiduras y haciéndose el estrecho, amenazando con romper la baraja por lo que sugieren los de VOX en Andalucía, porque es lo mismo que dijo su jefe.

Y entre todo este maremágnum de declaraciones de unos y otros, de un machaque diario en los TD, intento parar, alejarme un poco del árbol e intentar ver el bosque. Y es entonces cuando intento comparar, para hallar un punto de referencia. Recopilo datos, recuerdo frases, hago acopio de un sinfín de variables e intento despejar la incógnita.

Y la primera pregunta que me hago, es la más elemental: ¿Es útil la Ley de Violencia de Género? Y para responder a la pregunta, me voy a los datos. A los fríos datos. Desde 1999 hasta 2017, han sido asesinadas 1.148 mujeres. El dato es escalofriante. Pero me vuelvo a hacer la pregunta del inicio: ¿es útil una ley como ésa? Se supone que si existe dicha ley es para impedir que esos crímenes sucedan, no? Entonces, ¿qué se puede decir de una ley que no ha sido capaz de impedir 1.148 asesinatos? Pues que no sirve ni para tomar por saco, - aunque luego veremos que, en realidad, sirve para algunas cosas- .

¿Es justo llegar a esa conclusión de que la ley es inútil? Pues hombre, comparemos. Imaginemos que tengo una tienda y que instalo un sistema de seguridad anti robo. Y desde 1999 hasta 2017 me han robado 1.148 veces. Lo lógico sería llamar al comercial que me vendió el sistema anti robo y pegarle una paliza, no? Pues del mismo modo, si nos inventamos una ley para evitar los crímenes y sigue habiendo más de mil, es que la ley no sirve. No sirve, para lo que aparentemente, supuestamente, se ha inventado. Pero sirve para otras cosas.

Por ejemplo. Sirve para que cualquier mujer, por el mero hecho de haber presentado una denuncia por maltrato, tenga prevalencia a la hora de encontrar trabajo. Sirve para que el empresario que la contrata, se beneficie de una serie de ventajas fiscales. Sirve para que la mujer, - insisto, solamente por haber presentado la denuncia, ni siquiera por tener una sentencia firme-, tenga acceso a cierta clase de vivienda protegida. Etcétera, etcétera, etcétera.

Otra de las preguntas que me hago es: vale; es una salvajada tener a 1.148 mujeres asesinadas y hay que darle la importancia que se merece. ¿Pero es que no hay otras muertes que también merecen ser objeto de alguna campaña de información? Y me he puesto a buscar datos.

Por ejemplo. ¿Sabéis cuántas personas han muerto de SIDA en España desde 1999? ¿A que no habéis vuelto a oír hablar del SIDA? ¿A que parece que se ha extinguido? Pues espero que os impresione la cifra de muertos por SIDA, igual que me ha impresionado a mí. Desde 1999 hasta 2017, han muerto por SIDA 22.174 personas. ¿A que no veis cada día noticias en el TD hablando del SIDA, de las muertes, y demás? ¿Y por qué? Posiblemente, porque no hay juzgados especializados en dicha materia, como en el tema de la violencia de género; así como tampoco hay juezas ni fiscalas, especializadas; ni beneficios para los empresarios que les contraten, ni casas de acogida a los toxicómanos. O sea, no hay presupuesto público.

Otro dato que también me ha llamado la atención. ¿Sabéis cuántos muertos ha habido en las carreteras españolas desde 1999 hasta 2017? Pues son 67.619. La pena es que sólo salen en el TD cuando han atropellado a un ciclista (o 7), y el conductor ha huido dejando a los muertos en la calzada. Pero aunque no huya, aunque haya matado a media docena, el conductor, tiene grandes posibilidades de quedar en libertad, salvo que vaya drogado. Si no va drogado, lo mandan a su casa. Y a pesar de esta bestialidad de datos, no sufrimos cada día el machaque de la información y las imágenes de la detención del homicida de una mujer, las manifestaciones de los vecinos y los minutos de silencio en señal de duelo por los muertos. Nos dan el número de fallecidos, lo comparan con el mismo período del año anterior y eso sí, compran más radares, más sofisticados para “ayudarnos”. 

¿Alguno de vosotros sabe cuántas personas se suicidan en España? ¿Habéis escuchado alguna vez que cada día se insista a la población en el terrible drama del suicidio, las víctimas colaterales que dejan, los hijos, los parientes? ¿Sabéis que cuando una pareja se suicida, se contempla como violencia de género? No verdad. Sin embargo, en España, desde 1999 hasta 2017 se han suicidado 65.457 personas. ¿Fuerte, eh? ¿Habéis oído que exista alguna ley de protección contra el suicidio? ¿La Seguridad Social cubre todos los medicamentos necesarios? ¿Da la cobertura necesaria? ¿Habéis oído hablar alguna vez de este problema? ¿O es que no es un problema que 65 mil personas se auto excluyan de la vida?

¿Sabéis que la tercera parte de los asesinatos, son cometidos por extranjeros? Los españoles representan el 64%, aproximadamente. 

Podría seguir aburriendo al personal con más estadísticas, pero creo que se entiende el mensaje que quiero dar.

No necesitamos una ley para castigar a los asesinos de mujeres. Ya tenemos el Código Penal. 

No necesitamos una ley que supuestamente protege a las mujeres y luego han sido asesinadas 1.148 hasta 2017. ¿Por qué no es válida? Porque no es capaz de adelantarse al homicidio. Porque no hay ninguna ley que sea capaz de prevenir el crimen. Sólo de castigarlo. En el año 2017, sólo el año pasado, fueron asesinadas 51 mujeres por sus parejas o ex parejas. ¿Sabéis cuántas habían denunciado? Doce. Habían denunciado doce. Y de ellas, sólo tenían protección la mitad. Y aún así, fueron asesinadas.

Insisto: ¿de qué me sirve una ley que no se anticipa, que no protege ni siquiera cuando hay medidas protectoras contras las víctimas? ¿Por qué esa insistencia en hablar exclusivamente de esa ley y despreciar a toda una serie de grupos a los que la muerte les machaca multiplicando sus efectos por 60? Pues porque esa ley, en el fondo, supone un negocio. Dicho así, sin anestesia.

Un negocio para los políticos que saben que es un tema del que pueden sacar réditos electorales.

Un negocio para los despachos de abogados, asistentes sociales, organizaciones no lucrativas, jueces, fiscales y demás, que tienen trabajo gracias a esa ley.

Un negocio para los periodistas que saben que suman audiencia.

El que quiera saber algo más de cómo funciona este asunto realmente, sólo tiene que hablar con policías municipales o funcionarios dependientes del Mº de Justicia. Los que salen por la tele, es para el postureo. Porque lo triste, lo realmente triste, es que no hay nada ni nadie, ninguna ley ni mil millones de euros,  que pueda evitar estas muertes. Como no hay ninguna ley que pueda evitar los suicidios, las muertes por accidente de tráfico o por el SIDA.

(Nota: todos los datos han sido obtenidos del INE)

1 comentario:

Otero (Oteador) dijo...

No creo que la ley de violencia de género anule las demás que castigan los otros tipos de violencia. Pero también creo que vulnera el principio de igualdad ante la ley. Muy complejo el asunto.
Creo que el problema principal es que muchas leyes se aplican mal. Creo que los jueces no están bien preparados para comprender muchos hechos sociales.
Otro problema, tal como dices y que comparto, es que a los políticos,a sus señorías, les importamos bastante poco los ciudadanos a la hora de escribir las leyes.
Finalmente, sería maravilloso que las leyes se anticiparan a los hechos y los previnieran, pero es un axioma legislativo el hecho de que las leyes siempre van por detrás de los hechos.