sábado, febrero 03, 2024

LAS TRIBULACIONES DE SISEBUTO. Vender software por internet

Desbaratadas las posibilidades de intentar ser un franquiciado por obra y gracia de la banca, nuestro amigo Sisebuto tuvo que cambiar el punto de mira nuevamente.

Un día recibió una invitación - a través de internet - a colaborar por parte de una persona desconocida. La propuesta, en pocas palabras, consistía en intentar conseguir ampliar la cartera de clientes de una empresa multinacional, que fabricaba un software de gestión de procesos empresariales, conocido como por sus siglas en inglés BPM.

En realidad, no era eso lo que Sisebuto buscaba. Él necesitaba algún tipo de ingreso estable y lo único que se le ofrecía en esta colaboración era una comisión en caso de venta. Pero al menos, aunque lejana, había alguna posibilidad de obtener algún ingreso, así es que, por intentarlo no perdía mucho. Después de formalizar el contrato, Sisebuto se puso manos a la obra.

Se buscó la forma de obtener un listado de las empresas con más facturación de España, no importaba el sector en el que se pudieran mover. A continuación, investigó la forma de contactar con cada una de esas empresas, elegir a la persona adecuada para presentar el producto, y si conseguía un nombre y que le escuchara, poner a su disposición una demostración de las posibilidades y beneficios del producto. Esto, en el mundo de la venta, se llama “puerta fría”, es decir, que tú llamas a una puerta cualquiera, te presentas y le intentas vender la muñeca “chochona”. Y cuando te dan con la puerta en las narices, llamas a la del al lado. Y así sucesivamente. Así de crudo. Al menos, la posible demostración la harían desde las oficinas centrales del fabricante de software.

El envío de correos con invitación a una demostración, o incluyendo algún tipo de breve presentación con algunas transparencias, etc. no parecía que surtiera mucho efecto. No levantaba el mínimo interés. 

Después de unos cuantos meses totalmente infructuosos invertidos en la tarea, tuvo que rendirse a la evidencia y renunciar. Vender software a un cliente por el método tradicional, es un proceso lento, laborioso y costoso, incluso cuando el cliente ya lo es de la empresa en la que tú prestas tus servicios. Pero si, además, intentas eso mismo sin que se te vea la cara y sin disponer de ningún dato previo que te indique qué tipo de necesidades reales tiene la compañía, la tarea es simplemente estéril.

Pero Sisebuto sacó algo positivo de la experiencia. Tal vez había otro tipo de negocio que sí podría aceptar mejor la venta por internet, incluso “a puerta fría”.

 

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el final. Deja con ganas de saber más.

manu dijo...

muy buen relato....de todo algo se aprende...pero es mejor comer todos los dias!