jueves, mayo 09, 2013

Alfredo Landa

Alfredo Landa, pertenecía a esa casta de actores españoles hechos a sí mismos, sin Actor's Studio ni método Stanislavski que valga. A pecho descubierto. Sus compañeros de viaje han sido, entre otros, José Luís López Vázquez, de quien el propio Charles Chaplin se quedó maravillado de su calidad como actor y se lo quiso llevar a Hollywood, pero dijo que no. Pepe Sacristán, Pepe Bódalo, este anterior, Concha Velasco, José María Rodero, Juan Diego, Tony Leblanc y tantos otros de categoría extraordinaria.

La mayoría, tuvo que sobrevivir en el franquismo haciendo un cine de consumo, de chiste fácil, algo burdo, pero dirigido al público idóneo. Ese público que cuando viajaba en los vagones del Metro, podía leer carteles que decían "prohibido escupir".

Mientras tanto, el genial Berlanga, fue capaz de esquivar a la temida censura y dejarnos sus obras maestras, repletas al mismo tiempo de crítica mordaz y de inmensa ternura.

Después fue la llegada de la democracia, de la nueva libertad conseguida, del destape "si lo exige el guión" y el cine, se llenó de desnudos y de argumentos casi igual de simples que los de antes, pero con tías en pelotas.

Hasta que un día, a alguien se le ocurre hacer una película que se llama "Asignatura Pendiente". Algunos descubrimos entonces que  Pepe Sacristán, podía hacer otros papeles diferentes al panoli asilvestrado que había hecho hasta entonces. Y el ejemplo cundió y se rodó "El Crack". Y fue ahí donde los mismos de antes, descubrimos a otro actor, que había dejado de hacer comedias bobas e insulsas. Fue ahí donde descubrimos a Alfredo Landa. Y el cambio a partir de entonces, fue de 180 grados. Lo bordó en "Los Santos Inocentes", en "La Vaquilla" que la pusieron el otro día y en tantas otras. 

La cantera de actores sobresalientes de España es inagotable. Siguen saliendo nuevos valores, pero tengo la impresión de que para triunfar en esto de la escena, es como hacerlo en el mundo de los toros: si no has pasado hambre, pero hambre de verdad, el resultado no es el mismo.

Al final de su carrera, protagonizó una serie de TV en la que hacía el papel del propietario, un poco "facha", de una gasolinera. Su lema era: "Dios, Franco y Don Santiago Bernabéu". 

Descanse en paz.                                                                                                                      
                                                                                                                                                                                                                          
 

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