Los millones de Bárcenas en Suiza. Los millones de Nóos. Los de Marsans. Los de Blesa. Las falsas dietas del líder de UGT Andalucía. La pasta que se gastan en comilonas todos los politicastros de tres al cuarto y los concejales de pueblos miserables, a costa del erario público. Las comisiones del Palau de la Música para CDC. La financiación ilegal de todos los partidos, a base de exprimir a las empresas para obtener contratos públicos.
¡Cuánto dispendio! ¡Cuánto disparate! ¡Cuánto dinero en malas manos!
Y ahora, a los funcionarios se les quitan pagas extras; a los investigadores se les reduce la inversión. Las empresas, ahora, no tienen dinero para crear empleos, pero antes lo tenían para pagar sobornos. El desempleo se dispara. La emigración, también. Perdemos dinero y talentos. Y los perdemos para siempre.
¡Cuánta vergüenza y cuánto sinvergüenza!
Lo que hay que hacer es perseguir a aquellos que se han valido de malas artes para conseguir contratos y privilegios con métodos gansteriles. A esos es a los que hay que hacer "scratching".