Hace unos días vi unos datos que se correspondían con una encuesta de intención de voto en las próximas generales a finales de este año 2023. El resultado que mostró el estudio fue el siguiente:
Los datos en sí no son ni buenos ni malos, pero el resultado final me parece escandaloso, porque resulta difícil de entender que partidos con un porcentaje de votos tan exiguo, sean capaces de modelar la política de todo un estado a su conveniencia. Aún así, quise comprobar cómo se corresponden esos porcentajes con los votos y para eso he contrastado con los resultados obtenidos en las anteriores generales, cuyos porcentajes son muy similares.
ELECCIONES 2019 |
|
JXCATS |
530.000 |
PNV |
379.000 |
EH BILDU |
277.000 |
CUP |
247.000 |
CC |
124.000 |
BNG |
120.000 |
PRC |
70.000 |
TERUEL |
20.000 |
TOTAL |
1.767.000 |
Todos estos votos, representan el
7,21% del total de votos contabilizados válidos que fue de 24.507.715.
Así es que, en pocas
palabras, aparte los resultados de los dos grandes partidos, en realidad quien
está dictando lo que hay que hacer, cuándo y cómo, representan al 7% de los
votantes.
Y es en base a estos
apoyos de estos partidos minoritarios como se han abolido delitos como la
malversación, la sedición o se han rebajado las penas a los violadores
sexuales.
Son estos partidos los
que propugnan modificaciones sustanciales en la Constitución tratando de
implantarlos por la puerta de atrás, con trucos de tahúr, en vez de plantear
esos cambios y defenderlos en un referéndum. Referéndum que, sin embargo, sí
defienden para otros y con otros intereses.
Enhorabuena a todos aquellos que gritaron hasta quedarse afónicos que el problema de España era el bipartidismo.