martes, junio 09, 2015

ADOU, XAVIER CUGAT Y LAS MAFIAS



Que dice el padre de Adou – el niño de la maleta – que se siente engañado. Que él pensaba que cuando les dio los 5.000 euros a los traficantes de personas para que pasaran a su hijo de manera ilegal a España, que eran personas serias y que le iban a comprar un billete de avión en primera. Y que claro, que cuando vio que lo metían en una maleta, que se sorprendió mucho.

Y yo me pregunto, si tienes 5.000 euros, ¿por qué no traes al niño tú directamente? Le pagas un billete de avión, que es bastante más barato, seguro, y se acabó la historia, no?

A mí, con esto de las mafias, siempre recordaré la anécdota que contaba Xavier Cugat en TV hace muchos años.

Para el que no lo recuerde, Cugat era un músico catalán, que en su momento decidió hacer lo que entonces se llamaba “las Américas”. Se marchó con su batuta de director a Estados Unidos y me imagino que más por casualidad que por otra cosa, terminó trabajando en Hollywood y haciendo películas. Como el DO-RE-MI suena igual en cualquier idioma, para sobresalir en USA tienes que dar la nota, pero en sentido figurado, y ni corto ni perezoso, Don Xavier, decidió que cuando salía en las películas dirigiendo la orquesta, con la mano que le quedaba libre, abrazaba a un caniche o un chigua gua, vamos una mierda de perro, mientras en la pista bailaba Carmen Miranda, por poner un ejemplo.

El caso es que al bueno de Cugat, la cosa se le dio bien. Se casó varias veces, con mujeres despampanantes a las que no habría tenido acceso si se hubiera quedado en Vilanova i la Geltrú, aunque la última, era de Totana, provincia de Murcia. Aparte de Hollywood, Cugat trabajó bastante en Las Vegas y se codeó con el clan de los Sinatra, Martin y compañía. Y la Mafia, por supuesto.

Cuando ya decidió volver a España, lo hizo como se suele hacer en estos casos. Se trajo toda su aureola de triunfador, la fama de mujeriego, algo de pasta – imagino que no toda, claro- y su Rolls Royce color oro, con la matrícula “CUGAT I”, que un día vi aparcado en plena Plaza de Callao en Madrid, justo enfrente de una marisquería.

Un día, le hacían una entrevista en TV, cuando las entrevistas y casi todo, se hacía en riguroso directo. En un momento de la entrevista, el cachondo de Cugat – porque desde luego, era un cachondo – dijo muy en serio:

“Mire usted, yo he trabajado con La Mafia en Las Vegas y le puedo asegurar que es gente muy seria, muy profesional. Son gente que cumple con su palabra y yo, en todos los años que he tenido tratos con ellos, no he tenido jamás ni el más mínimo problema. Ahora bien, hace poco que he venido a España y en el poco tiempo que llevo aquí, me han engañado más veces que en toda mi vida en los Estados Unidos”.

Pues supongo que los mafiosos que supuestamente han sorprendido en su buena fe al padre de Adou, serán españoles. Porque, por lo demás, todos saben que las mafias que trafican con seres humanos, son gente muy seria. ¿O no?.

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