El bueno de Pedro Picapiedra - y dicho sea lo
de bueno, sin ánimo de ofender-, está enfrascado desde hace tiempo en una
sempiterna búsqueda de un espacio que le han arrebatado y de unos apoyos que
nunca están claros, ni parecen fiables, ni sólidos, ni que tengan más futuro que
el de llegar a la próxima esquina.
Primero se enrocó con su absurda idea de
pretender formar gobierno, - primero con 90 diputados y después con 80- con las
consecuencias que todo ello tuvo para España y los españolitos de a pie. Luego,
tuvo que pelear dentro de su partido para acceder al poder y de paso, cuando lo
consiguió (aunque con dificultad) admitir entre sus “leales vasallos” a
aquellos que - como Fernández Page, Vara o el propio Miquel Iceta- apostaron
claramente por Susana Díaz.
Y ahora, lleva tiempo el hombre, intentando
convencernos de que él es la solución al problema catalán. Que este problema,
lo han creado Cataluña y el PP, y que el PSOE, no tiene nada que ver. Y que si
no se resuelve, es por la falta de diálogo de ambas partes y que él, sí que sí.
Que Pedro Picapiedra es el hombre clave en este asunto.
¡Pero, hombre, Picapiedra! No me toques los
pies, por Dios! Ya se te ha olvidado de que fuiste tú mismo el que hizo famosa
aquella frase de “¿Qué parte del NO, es
la que no ha entendido, señor Rajoy?”. ¿Ya no recuerdas que te negaste a
coger el teléfono a Rajoy unas 23 veces? ¡Ojo! Que ni siquiera se te exige que
aceptaras ninguna propuesta. Es que lo que se te pedía entonces - todos los
españoles, no sólo tus votantes - era que te sentaras a negociar y que no te
pusieras en medio, estorbando. ¿Y ahora pretendes convencernos de que ese mismo
individuo es el que va a promover la solución? ¿Cómo? ¿Con ese nuevo invento
que te has sacado de vaya usted a saber dónde de “España es una nación de
naciones”?
El actual problema de Cataluña, se inició
hace mucho. Concretamente, con la democracia. A los Pujol y compañía, se les ha
ido aplicando el viejo principio francés de “laiser faire”, según el cual, ellos - los Pujol y compañía- hacían
lo que les salía de los huevos, corrupción institutonacionalizada incluida, y
el de turno - léase Felipe, Aznar y demás- , iba ganando elecciones.
Hasta que llegó el ínclito Zapatero y la
terminó de cagar. Eso sí, a lo grande, como corresponde a su posición. Fue
cuando salió al balcón de la Generalitat y pronunció lo que ha sido el
principio del fin:” Aceptaré cualquier decisión que emane del Parlament de
Cataluña”.
Y a partir de ahí, nuevo Estatut, que se tiró
4 años en el Constitucional, antes que emitieran un veredicto de que algunas
cositas en el texto, eran contrarias a la ley. Llamada a las urnas, en pleno verano
y deprisa y corriendo, para obtener una pírrica victoria en relación al censo
electoral total. Y se tragó con eso de que Cataluña era una nación, porque al
fin y al cabo y según palabras del ZP de los huevos, las palabras son sólo eso,
palabras y no tienen más significado que el que se les quiera dar. Y que el
término nación, no era tan importante.
Y mientras tanto, “La Sagrada Familia”, o
sea, los Pujol en bloque, incluyendo a la madre que los parió, y actuando al
más puro estilo Corleone, saqueaban a espuertas a Cataluña, mientras se
enriquecían ellos, valiéndose de Banca Catalana y de los 90.000 millones de pesetas
que pusimos todos los españoles
en su quiebra. Y apoyándose en un partido político ideado para financiar la
independencia, que fue CIU. Esquilmando al Palau. Llevándose el 3% de todas las
obras públicas, tal y como dijo Maragall y demás minucias y trapicheos, que
iremos conociendo, ITV incluida.
Y ahora, Picapiedra, nos quieres hacer creer
que el mismo que le hizo tantos ascos y tantos feos a Rajoy. El mismo que le
insultó en directo en TV en un cara a cara de campaña. El mismo que parecía que
iba de Pilatos por la vida, lavándose las manos y rasgándose las vestiduras por
sentirse ultrajado, ofendido y escandalizado por la corrupción en el PP, como
si el PSOE no estuviera de mierda hasta las orejas, hasta el punto de que
tuvieron que dimitir dos! no uno, dos! Presidentes de Andalucía. El mismo que
pedía día sí y día también, la dimisión de todo el que oliera a PP en 5.000
kilómetros a la redonda. Ese mismo individuo, o sea, tú, ahora pierde el culo por
dialogar con los catalanes.
¿Dialogar con quien rechaza la Constitución
Española? ¿La misma que se supone que tú defiendes y sobre la cual jurarías el
hipotético cargo de Presidente del Gobierno?
¿Dialogar con quien no tiene reparos en
invitar ex profeso a un hijo de puta y asesino confeso como Arnaldo Otegui?
¿Dialogar con quienes actúan exactamente
igual que lo hicieron en su día las Juventudes Hitlerianas y la Gestapo contra
los judíos, denunciando a los que no son independentistas, acosándoles,
persiguiendo a sus hijos en el colegio o directamente, llevándolos a
manifestaciones pro independencia?
¿Dialogar con quien dice no reconocer a los
tribunales españoles, cuyas sentencias se pasan por el arco del triunfo?
¿Dialogar con quien invita a organizaciones
radicales extremistas extranjeras, a participar en las manifestaciones que van a tener lugar
durante estos días en Cataluña?
¿Dialogar con quien acosa a la Guardia Civil?
¿Ahora quieres hacernos creer que tú, Picapiedra
de los cojones, adalid de las vírgenes vestales de la honestidad y el decoro,
ahora estás en disposición de dialogar con esa gentuza? Y que conste que les
llamo gentuza, no porque quieran ser independientes. Por mí, como si son mediopensionistas.
Les llamo gentuza por su sectarismo, su indiscutible sentimiento anti todo lo
que no sean sus propias ideas y por la persecución de todos aquellos que no piensen
como ellos, al más puro estilo Stalinista y el de sus mejores alumnos, como
Hitler, Castro, Maduro, etc.
En esta batalla en la que estamos metidos
todos, los políticos y los que no somos políticos, es absolutamente primordial
saber de qué lado está cada uno. Y tú, Picapiedra, el otro día has vuelto a
perder otra oportunidad de oro de poder dar una imagen de estadista. Sin
embargo, la imagen que diste fue la de Delegado de Curso. ¡Y gracias!
Me refiero a la acción promovida por Albert
Rivera y Ciudadanos en el Congreso, con la que se pretendía apoyar las acciones
del Gobierno en relación a este asunto. El tema, como muy bien explicó Rivera,
era saber si estás del lado de la democracia o del otro. No se trataba de otra
cosa. Tú, con esas escasas entendederas de las que te ha provisto el Creador,
piensas siempre, que en este tipo de votaciones, alguien, tan torpe como tú,
podría confundirse y pensar que estás dando un apoyo incondicional al PP. Y no
te das cuenta de que, una vez más, has dado una pésima imagen de aspirante a
ser Presidente. Como muy bien resumió Albert Rivera:”Si usted no quiere defender
la Constitución, no se proponga para el puesto”.
¿Qué garantías vamos a tener los ciudadanos
de que, una vez llegado al cargo de Presidente, vas a hacer honor a tu
promesa de defender las leyes y hacerlas cumplir? Si ni siquiera en una
situación como la que estamos viviendo, eres capaz de dar un paso al frente y
colocarte del lado de los “legales, ¿qué podemos esperar de ti?
Una vez más, Susanita, te ha vuelto a dar un
zasca en toda la boca, porque eres un mindundi, un falso y un personajillo en
busca de un horizonte muy corto.
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