sábado, marzo 02, 2024

LAS TRIBULACIONES DE SISEBUTO. Vender seguros por internet

De las infructuosas experiencias anteriores Sisebuto caviló que, tal vez, encajara mejor la venta de seguros. En este caso, además, Sisebuto ya tenía experiencia previa y a su juicio, el proceso era bastante más sencillo. Además, no todas las empresas necesitan - o incluso comprenden -, qué es un BPM, pero tanto las empresas como los particulares, necesitan al menos un seguro. Por lo tanto, ahí ya tenía algo a su favor.

En este caso el proceso es más sencillo. Sólo necesitas tentar al cliente y ofrecerle la posibilidad de que pague algo menos, por lo mismo que ya tiene. En ocasiones, se puede dar el caso de que al estudiar la póliza que tiene el cliente descubras que hay alguna laguna importante. En definitiva, son todo ventajas para el cliente.

A través de su íntima amiga Inés, Sisebuto se puso en contacto con la correduría de seguros donde trabajaba y después de la firma protocolaria del contrato, se puso manos a la obra. Fue entonces, cuando recordó su anterior experiencia con las casas rurales. Por algo había que empezar.

Como ya tenía experiencia previa se hizo con un listado de casas rurales de toda España. Las ordenó por regiones. Visitó sus respectivas webs, recopiló todos sus teléfonos, sus emails, los nombres de los propietarios y se dispuso a dedicar todo su tiempo a conseguir convencerlos de que necesitaban pólizas de seguros. Pólizas para el negocio, de responsabilidad civil, para los coches, de seguros de vida, de salud…de cualquier cosa.

Se había impuesto una disciplina militar. Se levantaba a las ocho, se aseaba, desayunaba y después se sentaba frente al ordenador, organizando el orden de ataque de la batalla de ese día. Una vez que consideraba que los negocios estaban abiertos y disponibles, comenzaba a bombardear con llamadas y cuando no era posible, con emails, para ofrecer los servicios de la correduría que representaba. Era un gran esfuerzo, sobre todo de tiempo y mucho trabajo administrativo.

De vez en cuando conseguía alguna póliza, pero un día, después de cientos de llamadas, cientos de correos, y horas al teléfono, Sisebuto comenzó a diversificar su público objetivo, ampliando hasta el infinito su círculo de influencia. Cualquier empresa, ubicada en cualquier sitio, dedicada a cualquier tipo de actividad o negocio, era susceptible de ser contactada y tentada con una propuesta de ahorrar algo de dinero.

Tras dos años dedicados a esta ardua tarea, finalmente el esfuerzo no compensó en absoluto los escasos e insuficientes frutos obtenidos. Una vez más había que reorientar los objetivos. Había que volver a empezar.

No hay comentarios: