Una vez medianamente asumido el palo en la cresta que nos han dado en la Champions, cabe hacer algunos comentarios, puntualizaciones y matizaciones.
Lo primero que hay que señalar, es que en los días previos a los dos encuentros, tanto del Barça como del Madrid, la inmensa mayoría de los periodistas deportivos, daban como fijo que la final la jugarían los dos españoles. Llegué incluso a escuchar a Ángel Rodríguez (ONDACERO) que el Barça era muy superior al Bayern y que por supuesto, el Dormund, era la cenicienta de los 4.
No es que me las quiera dar de listo, que a toro pasado es sencillo, pero antes incluso del sorteo que nos ha enfrentado por partida doble a los alemanes, le comenté a un amigo y vecino, gente decente y por supuesto del Real Madrid, que yo tenía muy claro que el campeón este año iba a ser el Bayern. Que es el equipo más fuerte y que podía ganar al Barça. Lo que nunca se me pasó por la cabeza es que fuera con un apabullante 4 - 0, pero que el Bayern, es superior a todos, no me cabe la más mínima duda. Es más, le dije a mi amigo, que el equipo más flojo de los 4, era el Madrid. Y a los números me remito.
El Madrid, viaja a 13 puntos del Barça desde los comienzos de la liga. De hecho, los únicos puntos que perdieron los catalanes en la primera vuelta, son los que les quitaron los blancos. Todo lo demás, fueron victorias. El Madrid, en cambio, pinchó en casa con el Valencia y con el Español y fuera de casa, no le sienta bien viajar a Andalucía. Perdió con Sevilla, Betis y Granada. Previamente, ya había perdido en Getafe.
Los partidos se pueden perder o ganar, pero no nos olvidemos de las declaraciones que hizo Mourinho a comienzos de esta temporada: "No tengo equipo". En la jornada 4, el Barça sacaba 8 puntos al Madrid y los blancos, habían perdido 2 partidos.
Eso, en cuanto a la Liga se refiere.
En Champions, por primera vez en varios años, no pasamos primeros de grupo. El año pasado, arrasamos. No se perdió un sólo partido y teníamos un parcial de 10 goles a favor y cero en contra, o algo así. Este año, somos un coladero: 18 goles en 11 partidos.
El Borusia, nos ha metido 8 en tres partidos y nosotros, hemos conseguido meterles 4 y a duras penas. ¿De dónde salen esas afirmaciones de los periodistas cuando dicen que el B. Dormund, es claramente inferior al Madrid?. ¿En qué se basan? ¿En qué piensan para afirmar que el Madrid va a remontar en el partido de vuelta? Desde luego como jueguen al ritmo que lo hicieron el otro día, los alemanes se van a dormir. ¿Dónde está el Madrid que atosigó al Barça sin dejarle jugar la pelota? ¿Acaso no es eso mismo lo que hizo el Bayern todo el partido? ¿Cuántas veces tiró a puerta el Barça?
Al margen de las simpatías por los equipos nacionales, si uno es periodista deportivo, debería ser un poco más equilibrado, un poco más ecuánime y sobre todo, justo.
Ya se sabe cómo hay que jugarle al Barça para ganarle. Sólo se necesita tener una condición física de súper hombre y unas buenas condiciones técnicas. Algo así fue la solución que ideó Jorge Valdano cuando era entrenador del Tenerife y le ganó al Barça de Koeman. Le puso a Derticia delante hasta que el pobre echó el bofe por la boca y entonces puso a otro. Pues con este Barça, hay que hacer lo mismo, pero hay que tapar a 3: Xavi, Iniesta, Busquets. De esta forma, Mesi, queda tapado por exclusión.
Eso lo hizo el Madrid en Liga y en Copa, pero no le pareció oportuno hacerlo contra el Dormund. Y cada vez que se acercaban los alemanes, temblaban los cimientos blancos.
Esta pequeña historia, me recuerda a los famosos remeros alemanes y españoles. Al final, los alemanes llevan haciendo el mismo tipo de fútbol 50 años. Y siguen ahí. Así jugaban en su día el Hamburgo con Horst Rubesh de delantero centro. Un panzer contra el que nada pudo hacer Benito; y así les fue a los madridistas. Así jugaban Hoeness, Rumenigge y Makay. Luchando como fieras, corriendo como animales y dejándose la piel. Y así se traía el zurrón repletito de goles el Real Madrid. Y por eso, desde hace décadas, el Real Madrid no gana en Alemania a ningún equipo.
Lo dicho hace poco por estos lares: ya se ha repetido aquella famosa frase de los seguidores blancos a los jugadores: "menos millones y más cojones".