Toda estrategia política es válida, siempre y cuando respete los límites de la Constitución. Por eso, la estrategia del PSOE y los de IU y quienes se quieran apuntar al carro, contra el PP, Rajoy y todo el asunto Bárcenas, desde ese punto de vista, insisto, es políticamente aceptable. No discutimos ahora de si lo que dice Bárcenas que pasó, realmente pasó. Eso le corresponde al juez Ruz.
Ahora Rubalcaba se rasga las vestiduras, escandalizado y horrorizado por el caso Bárcenas, y entona aquello de "Sr. Rajoy, váyase". Pero al líder - sobre el papel- del PSOE, se le olvida que él mismo, debería haber dado explicaciones en relación al llamado caso Faisán, o lo que es lo mismo, el chivatazo de los policías a unos etarras y colaboradores de ETA, que iban a ser arrestados, lo que lógicamente, produjo su fuga. Entonces, no dio explicaciones al parlamento, ni a nadie y sigue sin hacerlo. Y curiosamente, el juez Ruz del caso Faisán, es el mismo que el del caso Bárcenas y Gurtel, pero lo tiene en el cajón.
Y también se le olvida a Rubalcaba que cuando el caso GAL estaba de moda, con constantes declaraciones desde la cárcel de Amedo y Domónguez - policías corruptos y delicuentes confesos y condenados- Felipe González tampoco dimitió.
Los tiempos en política, los deben marcar los propios partidos, sus estrategias y como mucho, alguna de las decisiones de los jueces, sobre todo en el caso de imputaciones o acusaciones de aforados, pero nunca debemos admitir que sean los reclusos los que nos impongan sus criterios, sus tiempos y sus prioridades.