Un país sin una prensa libre, es un país sin democracia. Véase Venezuela, Argentina o Cuba, por poner sólo unos pocos ejemplos. Eso, lo tengo claro.
Pero yo me considero incapaz de delimitar dónde está la línea que separa el derecho de los periodistas a informar a los ciudadanos y la acción de la justicia. Por poner un ejemplo, ¿se puede exigir la presencia de Rajoy en base a las informaciones publicadas en El Mundo, dictadas por un recluso, sobre un tema que está siendo investigado por un juez? Pues sólo en el caso de que el juez hubiera decretado el secreto de sumario, no sería posible, ni siquiera conocer los datos. Pero no es el caso.
¿Debe el Congreso llamar a Rajoy? ¿Cuántas veces? ¿Hay un límite? Y si no hay límite, ¿qué papel le queda al juez? ¿Existen intereses contrapuestos entre la prensa y su negocio, y la justicia, o deberían cooperar? ¿Cada vez que al Bárcenas se le ocurra algo, va a salir Rubalcaba - o su sucesor- a solicitar que Rajoy - o su sucesor- hable?
Yo creo que, en general, este tema lo ha manejado mal el PP. Es el sempiterno error de la derecha de no saber responder a tiempo y adecuadamente. De no responder con presteza y eficacia a situaciones adversas. Le falta habilidad. Ni Floriano, ni Esteban Pons, me gustan. Falta gente con "mala leche". Echo en falta a Cascos o a la Esperanza, que son rápidos de reflejos y con lengua peligrosa.
Pero habilidades al margen, me sigo preguntando si debiera existir esa línea divisoria y en tal caso, dónde debería estar y quién debería de colocarla. ¿Existe en otros países?
¿Le ha hecho la prensa un favor a Pepe Blanco? ¿Nos lo ha hecho a los ciudadanos? Camps era culpable y tuvo que dimitir. Sin embargo, le han declarado inocente dos veces. Dolores Vázquez (caso Waninckoff) era "culpable", se pasó año y medio en la cárcel y era totalmente inocente.
Pero antes que tener una prensa amordazada o muda, prefiero que se equivoquen. Siempre que la víctima no sea yo, claro.