¿Cómo
descubrir un inútil en Yahoo? Respuesta: AL AZAR!
Muy a mi pesar, confieso que mi cuenta de
correo de Yahoo, tiene ya sus añitos. Las razones por las que comencé con ellos,
eran varias. Su aspecto y funcionamiento, eran incomparablemente meres que la
mierda de Hotmail y la basura de Gmail, con las que, por cierto, también tengo
cuenta. Además, en aquella época, ni siquiera tenían publicidad.
Manías aparte, siempre me pareció una buena
opción tener además, una aplicación de correo para “por si acaso”. En su día,
usaba Outlook Express, por ejemplo.
Pero hete aquí que el tiempo va pasando,
Yahoo sigue como siempre en cuanto a su aspecto exterior, con el agravante de
que tiene más publicidad que una película de Tele 5. Y por otra parte, los
listos de Microsoft, deciden un día que para qué se van a tomar la molestia de
darle continuidad al Outlook Express. Deciden no seguir manteniéndolo,
sustituirlo por Windows Live (creo) y para terminar de dar por saco, hacen que
el Express y el Live, no sean compatibles. Resultado?, pues el típico con
Windows: te acabas de quedar sin los correos que tenías en Outlook Express.
¡Divino!
Como buen sufridor, decido entonces
decantarme por una herramienta que tiene pinta de ser algo más estable: MS
Outlook. Aunque configurar una cuenta, tiene su miga, sobre todo si los que te
proporcionan los datos, pongamos por ejemplo 1&1 (otros lumbreras), encima te engañan.
El caso es que después de tanto cambio y
vicisitudes, consigues tener la infraestructura estable. Hasta que los inútiles
de Yahoo, deciden hacer cambios durante el período de diciembre 2014 y enero
2015. En ese tiempo, la disponibilidad del correo, era de escasamente unas
pocas horas al día, principalmente cerca de la medianoche. Antes de esa hora,
era una tarea estéril intentar leer tu correo en la web, te pusieras como te
pusieras.
Como mi Outlook, estaba bastante cargado,
pensé que para aligerarlo de peso le vendría bien una buena limpia de la
bandeja de entrada. Así es que a grandes males, grandes remedios: me pulí los
50.000 emails que tenía y me quedé tan pancho. Después cuando los lumbreras de
Yahoo terminaron de dar por saco, la cosa siguió funcionando como si nada.
Hasta hace una semana.
De repente, un día, me quedo perplejo cuando
el Outlook me anuncia que va a comenzar a bajarse 60.000 emails. Como ya he
tenido varias experiencias paranormales con el Outlook y sé que es más
delicadito que la dinamita, me dije, bueno pues esto habrá sido otra cagada de
los listos de Yahoo, que espero que cuando se terminen de descargar todos los
correos, se haya solucionado.
La descarga de los malditos 60.000 correos,
ha durado una semanita, estando el PC 24 horas encendido y dedicado en
exclusiva a tan hercúlea tarea. Paciencia, me dije. Esto cuando termine,
quedará “niquelao”. ¡Una mierda
niquelao!
La descarga, terminó el jueves o viernes de
madrugada. Pero claro, había que eliminar 60.000 correos duplicados de la
bandeja de entrada del Outlook. El proceso, no tardó demasiado. Una hora más o
menos. Pero el problema empezó después, cuando esos mismos 60.000 correos había
que eliminarlos de la carpeta de ELIMINADOS. Al fin y al cabo, hacía ya tiempo
que el Outlook había empezado a protestar, diciendo que ya no tenía sitio. Lo
de eliminar los 60.000 de la carpeta de “eliminados”, tardó un poquito más de
una hora. En total, entre unas cosas y otras, lo intenté a partir de las 17.00
de ayer viernes y finalmente he constatado, después de usar varias formas
alternativas y de re-arrancar el PC una o dos veces, que ha terminado hoy a eso
de las 07.00. ¡Na, una tontería!
Bueno – me dije – al menos ahora todo está
bien, ya se han descargado todos los emails, ya los he borrado, ya no tengo
problemas de espacio en el Outlook. Ahora sólo queda volver a conectar el
Outlook y todo volverá a la normalidad.
¡Pues otra mierda pa mí!
Ahora cada vez que conecto el Outlook y le
digo que se descargue los emails, en vez de descargarse aquellos que son
nuevos, comienza a descargarse nuevamente los 60.000.
Es evidente, que el problema está en el
servidor de Yahoo. Outlook, no dispone de ninguna posibilidad para configurar
si debe bajarse o no, unos correos u otros. Simplemente, se baja aquellos que
el servidor marca como disponibles. Entonces, el problema, parece estar
centrado y sólo hay que contactar con el servicio de atención al cliente de
Yahoo. Servicio que por otra parte NO EXISTE!
En efecto. Lo que las luminarias de Occidente
de Yahoo entienden por Servicio de Atención al Cliente, consiste en una
sucesión interminable de menús, dirigidos a intentar dar respuesta a todas las
alternativas posibles que un cliente pudiera plantear. Una especie de FAQ’s,
pero en este caso, sin ofrecer ninguna otra alternativa de ninguna clase. No
existe la posibilidad de CONTACTE CON NOSOTROS, porque cuando te la encuentras
y te crees que les vas a poder poner a parir, te sale otra pantalla en la que
se cachondean de ti y te dicen: “Sí, pero antes, mire por aquí a ver si
encuentra la respuesta” y vuelta a empezar con los estúpidos menús.
Ante la imposibilidad de contactar con los
inútiles de Yahoo, otra de las alternativas que he barajado ha sido pensar:
bueno, me copio los emails de la bandeja de entrada a otra carpeta en Yahoo,
dejo la bandeja de entrada vacía y así, cuando Outlook intente bajarse los
emails, no los va a encontrar.
La idea es buena, pero otra mierda pa mí.
Yahoo no contempla la posibilidad de vaciar
la bandeja de entrada. La de SPAM y la PAPELERA, sí, pero la de ENTRADA, no. Tampoco
admite el traslado masivo de correos entre carpetas. De pretender eso, tendrías
que hacerlo a mano y en grupos de 100. O sea, un dolor.
Así es que, la situación es que:
·
La mierda de Yahoo, aunque esté a rebosar de anuncios y banners, sigue
teniendo un aspecto mejor que Gmail o Hotmail,
por mucho que éstos últimos se hayan empeñado en copiarles, hasta en lo de la
publicidad.
·
No puedo (ni debo) vaciar la bandeja de entrada ni mover los emails a
otra carpeta, en modo masivo.
·
El SAC de Yahoo, brilla por su ausencia.
·
El Outlook, sigue intentando bajarse otra vez, los 60.000 correos.
¡Señor, dame paciencia pero DÁMELA AHORA!