Ya lo he dicho en alguna otra ocasión, pero
no me importa repetirme. Si de algo podemos sentirnos orgullosos los españoles
es de nuestra Transición.
Ayer, no me podía perder – nunca lo hago – el
programa de Bertín, charlando con Adolfo Suárez hijo. Hubo un momento en
concreto, en el que me sentí especialmente identificado con la situación y fue
cuando Bertín hacía referencia a “aquellos de nosotros que vivimos aquella
época, siendo plenamente conscientes de lo que estaba pasando, porque ya
teníamos unos añitos”. Y efectivamente. Para mí, aquellos años escritos a
sangre y muerte por parte de ETA, de algaradas callejeras, de manifestaciones,
de huelgas, de hiperinflación, de asesinatos fascistas de abogados en sus
despachos, de atentados con bomba en cafeterías, de coches bomba, de secuestros
de Tenientes Generales, de servicio militar en Torrejón de Ardoz…todo eso y mucho
más, es un cúmulo de cosas imposible de olvidar. Es tanto, que si alguna vez lo
recuerdo, parece que le ocurrió a otra persona.
Y sin embargo, los españoles, en aquellas
extraordinariamente difíciles circunstancias, fuimos capaces de salir, sin
demasiados rasguños, aparte, claro está, de aquellos que se dejaron la vida en
el intento.
De toda aquella etapa, siempre me ha llamado muchísimo
la atención el proceso de hara-kiri que ejecutaron las Cortes Españolas, designadas
por Franco. En el libro titulado “Lo que el Rey me pidió”, se describe con
detalle cómo fue ese proceso, que llevó a aquellas cortes franquistas a auto-extinguirse,
simplemente porque supieron ver que España les sobrepasaba. Fue a partir de ese
momento, con la aprobación de la Ley para la Reforma Política, cuando los
españoles, pero sobre todo, aquellas cortes franquistas, decidieron que en
España iba a haber una democracia de verdad. En ese libro se menciona la frase
que dio lugar a todo, pronunciada por el Rey Juan Carlos a Torcuato Fernández
Miranda, artífice de la obra: “De la ley a la ley”.
Es el mejor resumen para destacar que se
puede pasar de una dictadura – en sus horas bajas, sí, pero dictadura al fin y
al cabo – a una democracia. A eso sí que se le puede llamar diálogo,
y no lo que pretenden los
independentistas catalanes desde hace años. En ese libro – cuya lectura
recomiendo con entusiasmo – se explica cómo entre el Rey, Torcuato, Adolfo
Suárez y alguno más afín a ellos, se dividieron literalmente las Cortes, para influenciar
sobre aquellas personas clave, que a su vez, debían influenciar a otras. Eso es
diálogo. Lo que hacía Al Capone, o Artur Mas, no.
Para los que lo hayan olvidado o aquellos que
no sepan el perfil de aquellos que votaron “sí” a la reforma, “sí” a renunciar
a su estatus, “sí” a la democracia, aquí van algunos ejemplos:
VOTARON SI (algunos):
Tomás Allende y García-Baxter è Ministro de Hacienda con Franco
José María Aguirre
Gonzalo è Luego Presidente de Banesto
Juan
Arespacochaga y Felipe è Antiguo alcalde Madrid con Franco.
Carlos Arias
Navarro è Presidente del Gobierno en tiempos
de Franco (1973-76)
Gregorio López
Bravo de Castro è Ministro con Franco en diversas
ocasiones y miembro destacado del Opus Dei.
Tomás Garicano
Goñi è Jurista Militar y Ministro de la
Gobernación con Franco
José María López
de Letona y Núñez del Pino è Ministro con Franco.
Laureano López Rodó è Ministro y responsable económico de
los Planes de desarrollo. Miembro del Opus Dei.
Torcuato Luca de Tena y Brunet è Periodista fundador de ABC y Blanco y Negro
Alberto Martín-Artajo
y Alvarez è Jurista. Participó en la creación
del Fuero de los Españoles. Presidente de Acción Católica
Cruz Martínez
Esteruelas è Ministro de Educación con Franco.
Alberto Monreal Luque è Ministro con Franco.
Miguel Primo
de Rivera y Urquijo è Sobrino del fundador de la Falange
y nieto del Dictador (1923-30)
Ramón Pita
Da Veiga y Sanz è Hermano de Gabriel, Ministro de
Marina con Franco, que dimitió cuando se legalizó el PCE.
Antonio
María de Oriol y Urquijo è Banquero
Matías Prats
Cañete è Periodista
Juan Antonio
Samaranch Torelló è Afiliado a Falange. Presidente
Diputación Barcelona, con Franco.
Jesús Sancho
Rof è Posteriormente
Ministro del Interior.
Federico Silva
Muñoz è Ministro Obras Públicas con Franco.
Fundador de Alianza Popular.
José Solís Ruiz è Preboste franquista.
Así hasta un
total de 425 votos a favor.
QUIENES
VOTARON NO?
Raimundo Fernández-Cuesta
y Merelo è Falangista y Ministro con Franco
José María
de Oriol y Urquijo è Un hermano vota sí y el otro no.
Blas Piñar
López è Pues claro!
José Utrera Molina è Falangista. Ministro con Franco
(suegro de Ruíz Gallardón)
Hasta un
total de 59.
En ese tiempo, hubo gente que supo ver por
encima de su ego. Hubo gente que, tragándose algún sapo que otro, entendió que
su tiempo había pasado y que el que venía, necesitaba otros actores. Hubo gente
que llevó el sacrificio hasta sus últimas consecuencias políticas.
Quién nos iba a decir, 40 años después, que
unos supuestos demócratas, manipuladores de datos, de palabras y de la
historia, iban con su desafío independentista a hacer que echáramos de menos a
unos franquistas, a unos del Opus Dei, a muchos de esos que posteriormente han
sido clasificados como “la derechona”. Quién nos iba a decir, que 40 años
después, seguirían siendo una lección que algunos todavía no han aprendido.
Enseñémosles que si un día fuimos capaces de
pasar “de la ley a la ley”, podemos hacer cualquier cosa. Eso sí, tenemos que
estar de acuerdo una amplia mayoría. Como esos catalanes que votaron
masivamente “sí” a la Constitución de 1978. Esa misma Constitución que les
faculta a todos ellos, a pronunciarse como lo hacen y a la que renuncian a
respetar, al mismo tiempo que solicitan amparo cuando les conviene.
La Constitución, se comporta como una madre: siempre
perdona los pecados de sus hijos, pero eso no exime de los castigos merecidos.