Por
pura casualidad y con la complicidad inocente de un buen amigo, me he topado
con un post mío que tenía olvidado “en un rincón, en un papel o en un cajón”,
como dice Serrat.
El post
es de hace 6 años (2010) y rescato algunos párrafos porque me llama
poderosamente la atención, lo actual de algunos de esos comentarios, lo que de
histórico pueden tener en vista de lo sucedido, y lo sabiamente premonitorios
de otros.
Empezaré
por el palo con el que atizaba al gobierno de entonces, del inefable ZP y sus
permanentes desatinos.
Y es
que ya se sabe que en este país, otrora ejemplo para Europa de creación de
empleo, lleva tiempo dando palos de ciego. Primero, que si lo que se avecinaba
y todos veían, era una crisis, mientras se llamaba antipatriotas a los que
avisaban de su inminencia. Después que si era un decrecimiento. Luego el
decrecimiento, era acelerado y cuando finalmente, no tuvieron más remedio que
llamar al pan “flush” y al vino “flash”, había pasado un año y medio, y estábamos
metidos hasta el cuello en la nunca reconocida crisis.
La
última encuesta es desesperante: más de 4,6 millones de parados y acercándonos
sin remedio al 20% de paro; curiosamente, lo que se predecía desde la UE cuando
todo esto comenzó. Por desgracia, se van cumpliendo los peores presagios, mes a
mes.
A continuación, mi regalo a los sindicatos:
Pero
a pesar de todo, los Sindicatos, el próximo 1º de mayo, saldrán a la calle con
el lema “dinero para todos”; deberían salir como lo hicieron otros en su
momento, reclamando “pan, paz y tierra”, pero tienen mucho más miedo a que les
tilden de bolcheviques que a cumplir con su teórica obligación, que no es otra
que la de exigir trabajo y no subvenciones.
Y ahora viene lo mejor. La profecía o la teoría de la “foto
confabulada”.
Ya
se han empezado a escuchar voces que hablan que la crisis en España va a durar hasta el 2016 y que vamos a estar 3 años
sin crear puestos de trabajo. Pues ojalá sea así, porque no hace demasiado
tiempo, escuché decir a D. Santiago Niño, Catedrático de Estructura Económica
en la Universidad de Barcelona, que la crisis en España, duraría hasta el 2020.
Y
alguno se preguntará, ¿y qué importancia tiene lo que diga el bueno de D.
Santiago? Pues en mi opinión, bastante, porque fue él quien en el año 2006,
escribió un libro en el que se predecía la crisis de ahora. ¡Para echarse a
temblar!
Y continúa con algunos comentarios más sobre aspectos que
todos conocemos:
(los
parados) buscan empleos en España y fuera de España, con el mismo éxito, porque
aquí, en este país antes llamado España, en cuanto cumples los 45, te dan una
radio y te mandan para casa para que no molestes. ¿Qué país se puede permitir
el lujo de no permitir el acceso al mundo laboral hasta casi los 30 y en cuanto
cumples los 45, te empiezan a mirar mal? No hay economía que lo resista.
Visto lo visto y con el transcurrir de los años, me parece
oportuno recordar cómo estaba España en el 2010, cuáles eran las perspectivas y
cómo estamos ahora y cuáles son las expectativas inmediatas.
Es cierto que todavía nos queda mucho por recorrer y que
como decía Gila, “se ve que en Francia, por
ejemplo, es un país que está terminado, que todo está en su sitio, no como en
España o como en Grecia, que allí lo tienen todo roto y por el suelo”.
Ahora, aquellos sindicatos temerosos de ser calificados de
bolcheviques, han sido sustituidos por un partido político, ideológicamente
entroncado con las mismas ideas y además, amigo de etarras que califican a
Otegui como hombre de paz y se alegran de que los asesinos de ETA sean
amparados por países “amigos” como Venezuela.
Como dijo Billy Wilder: la vida no es perfecta.