Čachtice es una aldea de Nové Mesto nad Váhom, situada entre la
Depresión danubiana y los pequeños Cárpatos, en el oeste de Eslovaquia.
Es más conocida por las ruinas del Castillo Čachtice, casa de Erzsébet
Báthory, quien supuestamente fue la más prolífica asesina en serie de su
época.
De hecho, ha sido aquí, en esta localidad, donde hemos estado invitados por nuestros amigos en su casa. Y claro, la visita al castillo era obligada.
Aunque como muchos monumentos en Eslovaquia (incluidas las paradas de autobús), está siendo restaurado, pudimos girar una visita a una especie de casa de los horrores, a escasos metros de donde teníamos nuestra residencia.
Lo que nos contaron las dos chicas jóvenes que atienden a los escasos visitantes y que nos hablaron en inglés (y eslovaco), es lo mismo que dice Wikipedia acerca de esta hija de Satán.
La condesa Erzsébet Báthory de Ecsed (en húngaro: Báthory Erzsébet, ˈbaːtoɾi ˈɛɾʒeːbɛt) (Nyírbátor, Hungría, 7 de agosto de 1560-Castillo de Čachtice, actual Trenčín, Eslovaquia, 14 de agosto de 1614) fue una aristócrata húngara, perteneciente a una de las familias más poderosas de Hungría.
Ha pasado a la historia por haber sido acusada y condenada de ser
responsable de una serie de crímenes motivados por su obsesión por la
belleza que le han valido el sobrenombre de la Condesa Sangrienta: es la mujer que más ha asesinado en la historia de la humanidad, con 650 muertes.
Según parece, disponía de varios castillos y posesiones en una amplia zona que comprendía parte de lo que hoy es Hungría y Eslovaquia. Secuestraba a las jóvenes de las localidades cercanas a sus tierras y después de someterlas a toda clase de torturas, se bañaba o se bebía su sangre.
Está claro que para cometer semejante cantidad de atrocidades, necesitas la ayuda de más de un cooperante y habida cuenta de su estatus social y su poder omnímodo, no le resultaría difícil convencer a sus lacayos de colaborar en sus desquiciados planes, salvo peligro de terminar como aquellas pobres desgraciadas.
Yo le pregunté a la joven, que en un perfecto inglés nos acompañaba en la visita, cómo era posible que las familias no denunciaran estos hechos y su respuesta fue aún más aterradora que la propia historia: al tratarse de jóvenes del campo, la mayoría eran analfabetas, como sus familias y aunque fuesen a las autoridades a denunciar los hechos, no eran capaces de leer ni firmar ninguna denuncia.
Casó muy joven, como era costumbre en la época, con un primo suyo que se pasó más tiempo guerreando que en el castillo. Mientras iba de guerra en guerra, empalando aquí y allá, la cosa no pintaba mal para ellos. Pero en una de estas, al que empalaron fue a él y al quedar viuda, se le cruzaron los cables y comenzó su sangrienta historia.
Finalmente, el Rey Matías II de Hungría, se mosquea de tantos rumores de cosas que pasan en el castillo y ordena una investigación.
Pero la ley impedía que Isabel, una noble, fuese procesada. Fue encerrada en su castillo. Tras introducirla en sus aposentos, los albañiles sellaron puertas y ventanas, dejando tan sólo un pequeño orificio para pasar la comida. Finalmente, el rey Matías II de Hungría pidió su cabeza por las jóvenes aristócratas que supuestamente habían muerto a sus manos, pero el primo de esta le convenció para que retrasara el cumplimiento de la sentencia de por vida. Así es que la condenaron a cadena perpetua en confinamiento solitario. Esta pena implicaba también la confiscación de todas sus propiedades, lo que Matías venía ambicionando desde tiempo atrás.
Como se ve, lo de Drácula, no es una gilipollez.
(Ver más datos AQUÍ)
La Condesa asesina medía sólo 1,50. O sea que el vestido es sólo una recreación.
Eslovaquia, que siempre ha estado sometida a algún imperio, no ha tenido idioma propio y reconocido hasta mediados del siglo XIX. Allá por 1850. En estas imágenes se muestran algunos de aquellos personajes que se consideran padres de la patria y defensores del idioma, así como obras escritas en eslovaco.
Dentro de la casa museo, también se exhiben numerosos objetos que datan de la época de los romanos y que atestiguan su presencia por estos lugares.
Incluido un colmillo de mamut.