No deja de sorprenderme el énfasis que se pone en
buscar culpables, cuando se produce un accidente ferroviario. Culpables, que no
sean el conductor, claro. Me sorprende, insisto. No me imagino a la gente
haciendo manifestaciones cada lunes ante la DGT, o el Ministerio de Fomento, por
los muertos en las carreteras del fin de semana anterior, como si los
conductores de coches fuesen culpables de sus propios accidentes – que lo son
en muchos casos – y se merecieran su destino, pero los conductores de trenes, no.
Me estoy refiriendo, claro,
tanto al accidente de La Coruña del año pasado como al del Metro de Valencia de
hace 8 años. Que digo yo que si llevan conductores, será para algo, no? Luego,
si se quiere añadir más seguridad, pues nunca viene mal, pero en el bien
entendido que la seguridad, cuesta dinero y habrá que ver si merece la pena o
no, o si hay financiación para tales planes. Lo que está claro es que los
conductores, están para conducir; igual que los de los autobuses.
De todas formas, si
ahora de lo que se trata es de proporcionar la máxima seguridad a nuestros
trenes, sean de corta, media o larga distancia, la solución es muy sencilla.
Desde hace muchísimos años, los trenes, pueden circular perfectamente SIN
CONDUCTOR. Mediante sistemas de seguridad controlados informáticamente, un tren
funciona perfectamente y sin problemas. Si los conductores no son los
responsables de los accidentes que provocan por ser humanos, se elimina ese
puesto de trabajo y se sustituye por una máquina que no tiene sindicato, no se
cansa, trabaja 24h al día, 7 días a la semana, no toma vacaciones pagadas y no
hace huelgas ni pide aumento de sueldo.
Por esa vía, llegamos al absurdo de
provocar lo contrario de lo que se pretende. Ahora mismo, ya estamos viendo
cómo se están desarrollando prototipos de automóviles, que circulan sin
conductor. Tal vez sea esa la línea por la que haya que avanzar, la de dejarse
guiar por robots. Lo cual, dicho sea de paso, está planteando ya dilemas en
cuanto a quién sería el responsable en caso de accidente: ¿el que desarrolló el
software que dirige al coche o el mecánico que lo conectó mal?.
(Por cierto, a quién
pondría la multa la DGT?. Y los helicópteros de la DGT, ¿perseguirían sólo a
los conductores humanos o a los coches robotizados también?).
La seguridad, tiene un
coste, ¿estamos dispuestos a asumirlo? ¿De verdad queremos que en aras de la
máxima seguridad, se pierdan puestos de trabajo? Porque lo que no tiene sentido
es mantener a un señor o señora, por no hacer nada, no?
Con todo esto de las
asociaciones de afectados por los accidentes del Alvia y de Valencia, y sus
acciones legales, al final, ¿qué se pretende? ¿Qué salga un político de vaya usted
a saber qué partido y que declare que no
se implantó el sistema “X” de seguridad porque no había fondos para ello o no
se había presupuestado así? ¿Y qué? Pero si todos los proyectos de cualquier
clase, sean del tipo que sean, tienen un presupuesto limitado. Y los
conductores, que son humanos y cometen errores como todos, ¿son inocentes al 100%?.
Nos estamos empeñando
en convencernos de que podemos resultar infalibles y me temo, que aunque haya
mucha gente que sufra, hay cosas que no se pueden prever. Los accidentes se
llaman así por eso: porque son imprevistos o no se cumplen las normas
establecidas. El conductor del Alvia, iba hablando por el móvil mientras
conducía un tren a 300 kms por hora. La DGT nos insiste mucho en que hablar por
el móvil en un coche que circula a 80kms por hora, es casi mortal en caso de
distracción. Pues más todavía si lo haces a 300, no? Exactamente el mismo
problema que sucedió en Valencia: exceso de velocidad del conductor y desde el
primer momento, se intenta buscar una cabeza de turco que elimine la
responsabilidad de quien circulaba a una velocidad imprudente.
Muy curioso que cada
vez que hay un accidente aéreo, lo primero que se piensa es en la
responsabilidad del comandante. Igual que cuando hay un accidente de autobús.
Pero cuando se trata de trenes, qué curioso!, los responsables son otros
distintos a los conductores. ¿Será porque los muertos de una empresa de transporte aéreo, son muertos "privados" y los de los trenes, son "públicos"?. A ver si no va a tener nada que ver los muertos, sino el tipo de empresa del que se trate.
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