domingo, diciembre 27, 2015

Los indignados, ahora están cabreados.



En el próximo mes de mayo de 2016, se cumplirán ya cinco años de aquella macro sentada en la Puerta del Sol de Madrid, que bajo la denominación de 15-M supuso el caldo de cultivo de lo que hoy conocemos como PODEMOS. Ya por entonces, se intuía sin demasiado alarde de inteligencia, que aquello era un experimento social, cuyo fin probablemente, era la creación de una fuerza política, como así fue. A pesar de que parecía muy evidente, algunos no se percataron del riesgo que corrían, y como consecuencia directa de la aparición de la nueva fuerza, e indirecta de sus propios errores, de entrada ya han desaparecido del mapa político UPyD y IU. Y el PSOE está acojonado. El PSOE y debo confesar que todos los demás también.


Aquella invasión del espacio público – perteneciente a todos – sufragado y mantenido con los impuestos de los que NO estaban, tuvo el beneplácito del gobierno de ZP, que en plan “colega”, quiso aprovechar la ocasión para seguir utilizando la calle, al más puro estilo históricamente izquierdista, sin tener que utilizar a sus propias bases. No debemos olvidar, que el gobierno de la CM – con sede en la Puerta del Sol - era del PP.


“INDIGNADOS”, se hacían llamar y sus eslóganes y proclamas, - torpes imitaciones de los del mayo del 68 francés – calaron hondo en las mentes vírgenes de quienes se alinearon con el movimiento. Se quejaban de todo lo que no les gustaba. Se quejaban, incluso, de que ellos no habían votado la Constitución y que por tanto, no se sentían representados por sus principios. Desde luego, no voy a analizar ahora la endeblez de sus falsos argumentos, porque sería perder el tiempo. Lo que me interesa resaltar ahora es que esos indignados, después de fundar una amalgama de fuerzas políticas a la que ellos mismos denominan partido, y aun a pesar de concurrir en un proceso de Elecciones Generales – basado en la Constitución que ellos dicen no les representa - y obtener cinco millones de votos, los indignados, digo, siguen cabreados. 


Los indignados pensaron que con el dominio de los platós de cierta cadena de TV afín a sus teóricos principios y el de los medios sociales, esto era coser y cantar; que sería llegar y besar el santo; que su estrategia de ir recogiendo poco a poco a todos los cabreados del mundo, - no importa cuál sea el motivo – les iba a proporcionar la victoria suficiente para que pudieran llevar a cabo su revolución. Porque, que no le quepa duda a nadie: éstos son una fuerza revolucionaria cuyo principal objetivo es demoler el sistema actual e implantar otro.


Sin embargo, después del 20-D y aunque se sientan satisfechos de los resultados obtenidos, esa satisfacción es relativa. Ellos querían jugar un papel decisivo en el Parlamento. Sin llegar a gobernar, por supuesto, - porque eso desgasta mucho - pero dando por saco todo lo que se les antojara y más. Y chantajeando, que para eso está la democracia, para cambiar cromos y votos por principios, al más puro estilo Groucho Marx, pero sin tanta gracia.


Ahora, los indignados siguen cabreados porque dicen no entender – ni respetar – lo que hemos votado los españoles. No entienden que siendo tan magníficos y tan brillantes, se hayan quedado en una especie de limbo y con una amplia mayoría social que les detesta y les huye como de la peste. Ahora, en medios sociales, se leen comentarios como alguno de los que he leído yo de un descerebrado que decía: “yo no entiendo lo que ha pasado. El 99% de la gente que conozco en Facebook iba a votar a PODEMOS y ahora resulta que ha ganado el PP”.


Así es que alguno – pobrecito, la LOGSE es lo que tiene – se ha pensado que Facebook y Twitter lo son todo e imagino que mi respuesta, le habrá sumido en un profundo análisis: “Hay vida más allá de FB”.


También los hay que directamente, sugieren pegar un tiro en la nuca a todos los votantes del PP, imitando actitudes muy poco aconsejables y más propias de Hitler o Mussolini, antes que de JASP (jóvenes aunque sobradamente preparados).


Pero el colmo de los colmos, lo tengo yo y me toca muy cerquita. No necesito ir a FB o a Twitter para escuchar, con estas orejitas, la mayor cantidad de sandeces por minuto que he oído en mi vida. Es como si alguien se hubiera aprendido de memoria los supuestos argumentos del coletas y sus adláteres, y los repitiera como un mantra, sin más participación propia que la de servir de altavoz, sin analizar las palabras que salen de su boca.


Uno de los “argumentos” que esgrime este individuo, al que por educación llamaré amigo, es que los de “PODEMOS” son jóvenes y que por tanto – al parecer – a los mayores hay que aplicarles la ley de “La Fuga de LOGAN”, película futurista, en la que una civilización, superviviente de un holocausto nuclear, vive bajo una cúpula artificial, con atmósfera. En dicha civilización, cuando cumples 20 años, se ejecuta una ceremonia que - para resumir - se trata de que al individuo, se le hace desaparecer. La cúpula tiene una capacidad limitada de seres vivos.


No le he preguntado a mi “amigo”, si el perro y los gatos que tienen, cuando sean mayores los sacrificarán y se comprarán otros.


Otro de sus “argumentos” consiste en afirmar que la falta de experiencia de los de PODEMOS, no es un obstáculo o impedimento. Que debemos dejarles que hagan los experimentos que consideren oportuno y si lo hacen mal, entonces, les quitamos. Y a mí, me viene a la cabeza la famosa frase de Corcuera, el que fuera Ministro con Felipe: “Los experimentos, en casa y con Casera”.


(Nota: A ver si me acuerdo de proponerle a mi amigo que su empresa, se la dé a alguno de estos iluminados a ver si la dirige bien, pero que sea mi amigo el que siga pagando los impuestos y si con el tiempo no le gusta cómo lo hace el inútil que ha puesto, que lo quite.)


Ayer, sin ir más lejos, el hombre estaba indignado porque según parece, no sé qué macro empresa española (REPSOL?) pagaba un 7% de impuestos. Yo, en línea con mi manera de ser, intento ejercer una labor didáctica e intento que comprenda que si esta empresa paga lo que supuestamente se dice que paga, probablemente sea porque al mismo tiempo, da empleo a personas con capacidad intelectual reducida, invierte en obra social, participa en la construcción de hospitales o proporciona gasóleo a un precio especial a los geriátricos. ¡Yo qué coño sé! Pues si no paga lo que debe, ya vendrá el tito Montoro con sus rebajas.


Pero lo acojonante de este argumento de mi “amigo”, es que él, mi amigo, se gana la vida asesorando a empresas para que paguen menos impuestos, indicándoles si es mejor fundar una casa matriz en Lituania, en Bulgaria o Irlanda y pagar por Pay Pal o a través de una empresa escocesa.


La retahíla de estupideces es larga y prolija:

Que si hemos cambiado la Constitución porque nos ha obligado Merkel, ignorando que una inmensa mayoría de los partidos representados en el Congreso, votaron a favor de dicha modificación.

Que si seguimos votando a los corruptos, ignorando que los corruptos - incluida la hermana del Rey - o están en la cárcel, o han pasado por ella, tienen las cuentas embargadas y están en espera de juicio, etc.

Pero para terminar, he dejado lo mejor. 

Mi amigo es marroquí, aunque lleva aquí toda la vida y de hecho, ha hecho la carrera en la Universidad de Málaga. Por tanto, no vota porque no puede. Y un marroquí, con un país y un Rey, instalados en plena Edad Media, pretende dar lecciones de cómo debe ser la Constitución Española y lo que debemos votar los españoles. Tócate los pies!.


Y lo mismo cabe decir de su mujer, de Lituania. Ambos, no llegan a los treinta.


Y por si todo esto fuera poco, encima es un hooligan del Barcelona de Messsi!!!


Que luego no digan mis críticos que no tengo paciencia.


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