miércoles, abril 27, 2016

Salvar al soldado Sánchez.



Estamos de elecciones…otra vez.

Yo creo que no le pilla de sorpresa a nadie, que la cosa estaba nítida como una patena, desde el momento en el que a Pedrito “quieroserpresidente” Sánchez, se le metió en la cabeza hablar con todos, menos con el PP. Todos sabíamos que era una batalla más absurda que la de Don Quijote contra los molinos de viento. Todos, menos Pedrito.

Era evidente que C’s y Podemos, no casan ni con pegamiento Imedio. Es imposible de todo punto. Y además y por si fuera poco, el Comité Federal del PSOE le ató las manos a su Secretario General, no fuera a ser que se le ocurriera pactar con quien no debía y terminara de cargarse al PSOE. O sea, que lo que no puede ser, no puede ser y además, es imposible.

Durante este martirio de 4 meses en el que nos han metido a todos los ciudadanos, hemos escuchado los más aberrantes argumentos con tal de intentar justificar lo injustificable. Que si C’s era lo mismo que el PP; que si ahora que sea Presidente un cuñado mío que vive en Tomelloso y que es del partido de las cabras unidas de Tomelloso; que si quiero ser Vicepresidente, pero no quiero que se siente Rivera en la misma mesa. O sea, una tomadura de pelo, a base de fotos, de muchas ruedas de prensa, de mucho figurar, incluyendo sendos viajes de Pedrito a Portugal y a Grecia, donde cosechó sendos “triunfos”.

Pero de todos los falsos argumentos, el más utilizado por aquellos que intentan justificar el “pacto de perdedores”, es ese que dice que el 20-D, los españoles votaron cambio y que 12 millones de españoles votaron en contra del PP, por el cambio.

Vayamos por partes.

En las elecciones, hasta donde yo sé, se vota para ganar. Se vota a favor de un partido y no en contra de todos los demás. Esa es una visión torticera de la realidad. En los países “normales”, la gente vota, el partido que gana normalmente gobierna, ya sea sólo o en coalición, y se acabó. Aquí paz y después gloria.

Aquí en España, no. Aquí votamos. Después, al día siguiente, aparecen unos “listos” que reinterpretan lo que hemos dicho en las urnas, como si fuéramos imbéciles y no lo supiéramos de antemano. Y a partir de ahí, empiezan a pergeñar unas teorías rocambolescas, absurdas y de difícil justificación. Porque, vamos a ver una cosa: si C’s es igual que el PP, ¿por qué pueden llegar a acuerdos con ellos y ni siquiera se sientan a intentarlo con el PP? Porque dicen que los españoles hemos votado “cambio”; que los más de 7 millones de votos del PP, se los pasan por el arco del triunfo y que hay 12 millones que han votado en contra y por eso, hay que desalojarles.
Pues a esos que sostienen esa peculiar teoría de la democracia, les planteo una hipótesis.

Imaginemos que un partido acude a las elecciones generales y obtiene, pongamos por caso, 8.5 millones de votos. Habida cuenta del número total de votantes del censo que ejercieron su derecho, hay como unos 20 millones que no eligieron a ese partido. Por tanto, según esa esotérica teoría, ese partido no debería gobernar.

Pues señores, si esto fuera el Ministerio del Tiempo, tendríamos un problema serio: nos habríamos cargado el primer gobierno socialista de la democracia, el que ganó con mayoría absoluta en 1982.

Por tanto, yo exijo más seriedad a la hora de justificar los actos de cada uno y sobre todo, que nadie intente insultar mi inteligencia, intentando hacerme ver que los elefantes se esconden perfectamente detrás de una amapola y que el hecho de que no vea ninguno ahora mismo, es la prueba fehaciente de tal verdad incontestable.

Verdades verdaderas.

El partido que ganó el 20-D, fue el PP.

El PSOE de Pedro Sánchez, hizo el más absoluto de los ridículos y obtuvo el mayor fracaso en democracia de los socialistas.

No tiene sentido sentarse a negociar un gobierno de España, con señores que quieren desmembrar España, que se niegan a acatar sus leyes y sus organismos, que no respetan su jurisdicción, que se jactan de su rebeldía y que ignoran a todos los que no piensan como ellos.

No tiene sentido negociar con un partido marxista, como PODEMOS, cuyos líderes han aconsejado y han llevado a la ruina a Venezuela, un país inmensamente rico por su petróleo, por su potencial turístico y por su agricultura, que sin embargo ni siquiera puede abastecer de luz a los hogares y han ordenado que no se trabaje para evitar gastar.

Y ahora, el 26-J, vamos a repetir. Ahora, C’s, que había firmado un pacto con el PSOE, dice que ese pacto ya no vale, que ponemos el contador a cero. Que fue lo que dijo exactamente el Congreso de los Diputados – DOS VECES - en la investidura fallida del Pedrito “quieroynopuedo” Sánchez.

Sigo pensando que sin Pedro Sánchez nos iría mejor a todos y entonces, sí habría un gobierno de coalición.

Ahora, el 26-J de lo que se trata, curiosamente, es de salvar a soldado Sánchez, no se lo vaya a fagocitar el coletas y entonces, terminemos de cagarla.

No hay comentarios: