En esta vida, todo tiene sus
ventajas y sus inconvenientes, sus pros y sus contras, sus puntos positivos y
los negativos. Y las llamadas redes sociales e internet, no iban a ser menos.
Nadie discute a estas alturas,
que la libertad de expresión y la inmediatez de cualquier tipo de evento o
noticia, puede llegar a tener repercusión mundial, si llega el caso. Y eso
tiene sus ventajas. Pero como ya decía al principio, todo tiene sus puntos
negativos y en este caso, también.
Cualquier cretino, con media
neurona y un ordenador, puede decir la mayor tontería o salvajada que se le
ocurra y el orbe entero se hará eco de su estupidez. Ni qué decir tiene, si
además, el teléfono del que disponga, es más inteligente que el propio usuario.
La estupidez, llega antes. Pero lo peor de este tipo de abusos, es cuando quien
lo hace, además, ostenta un cargo público, con lo que a la acusación de imbécil
hay que añadir, lo “público” y en algunos casos, reincidencia. Como cada día es
más frecuente este tipo de situaciones, en los últimos días hemos tenido varias
pruebas del grado de evolución mental de alguno de nuestros personajes
públicos.
Empezaré por el Alcalde de Valladolid,
no por nada en especial. Con su frase de “hay que tener cuidado con quién subes
en el ascensor, no te vaya a denunciar por abuso, si es una chica guapa”, la
verdad es que se ha lucido. Yo entiendo lo que quiere decir y hasta cierto
punto lo comparto, pero una cosa es que quiera decir algo, otra cosa es que sea
oportuno y una tercera que siendo Alcalde, a veces es mucho mejor cerrar la
boca y tener los dedos quietecitos, antes que abrirla y confirmar que eres
idiota. O por lo menos, inoportuno.
El principal problema de muchos
de nuestros políticos es que pierden el culo por abrir la boca, cuando en las
más de las ocasiones, es bastante más prudente callarse o dar un pase de pecho.
Otro que está habitualmente en
las listas de grandes éxitos de las estupideces, es el inefable Gaspar
Llamazares, líder de la llamada Izquierda Unida, es decir, los desechos de lo
que en su día fue el temible Partido Comunista de España, que una vez llegada
la democracia, simplemente, desapareció, no sin la inconmensurable ayuda y
colaboración, del propio Gaspar.
El hombre anda con ganas de
dejarse oír, desde que en su día se encontró con 20 diputados en el Congreso y
hoy, queda él sólo. Por eso, aprovecha toda ocasión para hacer el ridículo con
sus declaraciones estrambóticas, absurdas, hilarantes y obsoletas. Pero lo
importante, es que a uno le oigan, que se sepa que está ahí. Y si tiene que
decir que “lo del Ébola, es una campaña de auto bombo del gobierno”, pues va y
lo dice y se queda tan tranquilo. Y tiene que ser él, precisamente él, que se
supone que es médico. La medicina perdió un matasanos y el PCE, 19 escaños. A
veces pienso si no será un topo del PP.
Ayer mismo, otro cretinus
máximum, no se le ocurre mayor estupidez que insultar a todos los madrileños
que van a pasar sus vacaciones a Orihuela con sus hijos maleducados.
A ver, criaturita. No creo que
haya nadie en este planeta que rehúya con más entusiasmo a un niño, que yo. Y
si además, es maleducado, invoco a Herodes directamente. Pero de ahí a hacer
público tu especial y personal animadversión por un grupo numeroso de personas,
que además son lo que llenan las playas de media España, va un abismo. Pero es
que el disparate no termina ahí. Es que resulta que el señor, es el asesor de prensa
del Ayuntamiento en cuestión. Pero vamos
a ver una cosa, pedazo de estúpido: tú de qué te crees que comes?
Y así, podría seguir hasta que me
saliera sangre de los dedos.
Vivimos en una sociedad en la que
a cualquier imbécil, se le cae la baba por aparecer en público, a ser posible,
haciendo algo único. Que si mientras conduzco, salgo el culo por la ventana del
coche…y soy policía municipal. Que si voy a 250 kms por hora y lo grabo en el
móvil y lo subo a Youtube. Y claro, luego me sorprendo mucho cuando me llega la
policía y me detiene y me digo “jo!, qué listos son estos tíos. Cómo se habrán
enterado?”. Que si nos follamos entre 5 a una tía y mientras tanto lo grabo y
luego me sorprende que nos acusen de violación masiva (o sea, con impuestos). Que
si le corto la cabeza a un tío y cuelgo la foto en internet.
Parece que el afán del alarde, de
superar al más estúpido, de ser el que más visitas reciba en su web, es la
única finalidad. No importa lo que se haga con tal de salir del anonimato en el
que viven todos esos comemierdas. Incluso los políticos, siempre ansiosos de
protagonismo.
Somos un país de friquis. Sólo
así se explica que hayamos sido capaces de enviar a Eurovisión al Rodolfo
Chiquilicuatre y sus coleguitas del coro y que las películas de más recaudación
de la historia de nuestro cine, sea la serie de Torrente.