miércoles, agosto 27, 2014

La Constelación de los comemierdas



En esta vida, todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes, sus pros y sus contras, sus puntos positivos y los negativos. Y las llamadas redes sociales e internet, no iban a ser menos.

Nadie discute a estas alturas, que la libertad de expresión y la inmediatez de cualquier tipo de evento o noticia, puede llegar a tener repercusión mundial, si llega el caso. Y eso tiene sus ventajas. Pero como ya decía al principio, todo tiene sus puntos negativos y en este caso, también.

Cualquier cretino, con media neurona y un ordenador, puede decir la mayor tontería o salvajada que se le ocurra y el orbe entero se hará eco de su estupidez. Ni qué decir tiene, si además, el teléfono del que disponga, es más inteligente que el propio usuario. La estupidez, llega antes. Pero lo peor de este tipo de abusos, es cuando quien lo hace, además, ostenta un cargo público, con lo que a la acusación de imbécil hay que añadir, lo “público” y en algunos casos, reincidencia. Como cada día es más frecuente este tipo de situaciones, en los últimos días hemos tenido varias pruebas del grado de evolución mental de alguno de nuestros personajes públicos.

Empezaré por el Alcalde de Valladolid, no por nada en especial. Con su frase de “hay que tener cuidado con quién subes en el ascensor, no te vaya a denunciar por abuso, si es una chica guapa”, la verdad es que se ha lucido. Yo entiendo lo que quiere decir y hasta cierto punto lo comparto, pero una cosa es que quiera decir algo, otra cosa es que sea oportuno y una tercera que siendo Alcalde, a veces es mucho mejor cerrar la boca y tener los dedos quietecitos, antes que abrirla y confirmar que eres idiota. O por lo menos, inoportuno.

El principal problema de muchos de nuestros políticos es que pierden el culo por abrir la boca, cuando en las más de las ocasiones, es bastante más prudente callarse o dar un pase de pecho.

Otro que está habitualmente en las listas de grandes éxitos de las estupideces, es el inefable Gaspar Llamazares, líder de la llamada Izquierda Unida, es decir, los desechos de lo que en su día fue el temible Partido Comunista de España, que una vez llegada la democracia, simplemente, desapareció, no sin la inconmensurable ayuda y colaboración, del propio Gaspar.

El hombre anda con ganas de dejarse oír, desde que en su día se encontró con 20 diputados en el Congreso y hoy, queda él sólo. Por eso, aprovecha toda ocasión para hacer el ridículo con sus declaraciones estrambóticas, absurdas, hilarantes y obsoletas. Pero lo importante, es que a uno le oigan, que se sepa que está ahí. Y si tiene que decir que “lo del Ébola, es una campaña de auto bombo del gobierno”, pues va y lo dice y se queda tan tranquilo. Y tiene que ser él, precisamente él, que se supone que es médico. La medicina perdió un matasanos y el PCE, 19 escaños. A veces pienso si no será un topo del PP.

Ayer mismo, otro cretinus máximum, no se le ocurre mayor estupidez que insultar a todos los madrileños que van a pasar sus vacaciones a Orihuela con sus hijos maleducados.

A ver, criaturita. No creo que haya nadie en este planeta que rehúya con más entusiasmo a un niño, que yo. Y si además, es maleducado, invoco a Herodes directamente. Pero de ahí a hacer público tu especial y personal animadversión por un grupo numeroso de personas, que además son lo que llenan las playas de media España, va un abismo. Pero es que el disparate no termina ahí. Es que resulta que el señor, es el asesor de prensa  del Ayuntamiento en cuestión. Pero vamos a ver una cosa, pedazo de estúpido: tú de qué te crees que comes?

Y así, podría seguir hasta que me saliera sangre de los dedos.

Vivimos en una sociedad en la que a cualquier imbécil, se le cae la baba por aparecer en público, a ser posible, haciendo algo único. Que si mientras conduzco, salgo el culo por la ventana del coche…y soy policía municipal. Que si voy a 250 kms por hora y lo grabo en el móvil y lo subo a Youtube. Y claro, luego me sorprendo mucho cuando me llega la policía y me detiene y me digo “jo!, qué listos son estos tíos. Cómo se habrán enterado?”. Que si nos follamos entre 5 a una tía y mientras tanto lo grabo y luego me sorprende que nos acusen de violación masiva (o sea, con impuestos). Que si le corto la cabeza a un tío y cuelgo la foto en internet.

Parece que el afán del alarde, de superar al más estúpido, de ser el que más visitas reciba en su web, es la única finalidad. No importa lo que se haga con tal de salir del anonimato en el que viven todos esos comemierdas. Incluso los políticos, siempre ansiosos de protagonismo.

Somos un país de friquis. Sólo así se explica que hayamos sido capaces de enviar a Eurovisión al Rodolfo Chiquilicuatre y sus coleguitas del coro y que las películas de más recaudación de la historia de nuestro cine, sea la serie de Torrente.

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