martes, febrero 14, 2023

La Sanidad Pública en Europa.

Mientras unos se dan golpes de pecho y gritan ¡viva la sanidad pública! siempre que necesitan acudir al médico lo hacen a la sanidad privada. Empezando por los propios ministros, que cuando se contagiaron de COVID no fueron a la Seguridad Social ni a ningún hospital público, no. Lo hicieron en las clínicas privadas más afamadas.

Cualquier momento es bueno para agitar la bandera de la sanidad pública y vender sus excelencias (que las tiene). ¿Qué hay una entrega de premios Goya? Allá que van los voceros progresistas a cantar las alabanzas de la sanidad, mientras ellos mismos confiesan que no la usan. ¿Qué los premios en cuestión son entregados a chefs reconocidos, futbolistas de renombre o bomberos cocineros? Da igual. Cualquier mindundi que se considere con la obligación de intentar cercenar o socavar la imagen pública del presidente de la C.A de turno, en especial la de Ayuso, si tiene acceso a un micrófono, allá que va a vomitar su veneno sin sentido y a repetir como un lorito eso de: “sanidad pública, gratuita y universal.” Vamos a analizar un poco esta afirmación.

Pública ha sido siempre, aunque lo que ya no está claro es quién fue el que la inventó. Por lógica, Franco, aunque se lo quieran arrebatar.

¿Gratuita? A ver, cierto es que cuando entras en un hospital en España o vas a visitar a tu médico de cabecera, no tienes que pagar nada, pero tanto como decir que la Seguridad Social o la Sanidad Pública son gratuitas, parece una broma. Nuestros miles de millones nos cuestan.

En lo de universal, imagino que se refiere a que en España damos cobertura sanitaria a cualquier ser vivo, incluido los pangolines. Aquí, que somos un país rico y sobre todo generoso, damos servicio sanitario GRATIS a cualquiera que venga en patera, desembarque en avión patera, o caiga en paracaídas en territorio hispano. Y en eso sí que nos diferenciamos de nuestros vecinos europeos. Y aquí pongo unos ejemplos.

 

España

Todos los extranjeros, residentes o no residentes, en situación regular o irregular, tienen derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria.

 

Alemania

A los inmigrantes irregulares se les aplica la misma norma que a los peticionarios de asilo con menos de 48 meses de estancia en el país, lo que implica que sólo tienen acceso gratuito a la sanidad en caso de urgencia, maternidad o SIDA. 

 

Francia

Los inmigrantes irregulares que lleven más de tres meses en el país y se encuentren por debajo de cierto nivel de ingresos (598 euros mensuales por persona en 2007) pueden acceder a todos los servicios médicos públicos de forma gratuita. Francia ha creado un sistema administrativo específico para atender a este grupo: Aide Médicale de l’Etat –AME–. Los irregulares con menos tiempo de estancia sólo pueden acceder a los servicios de urgencias y a los análisis y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, SIDA o tuberculosis. Los niños tienen derecho a la atención sanitaria completa desde el primer momento.

 

Italia

Desde 1998 los inmigrantes irregulares tienen acceso a varios tipos de cuidados médicos públicos, de forma gratuita o pagando una pequeña tasa: atención urgente y “esencial”, cuidados preventivos y cuidados relacionados con la salud pública (vacunas, enfermedades infecciosas, pediatría y maternidad).

 

Países Bajos

En el año 1998 los Países Bajos modificaron sus normas para evitar que los inmigrantes irregulares tuvieran acceso libre a la sanidad pública, con el objetivo de reducir esta forma de inmigración. A partir de entonces, los irregulares sólo tienen acceso a la sanidad en condiciones de “necesidad” médica o de enfermedades contagiosas que puedan amenazar la salud pública.

 

Suecia

Los inmigrantes irregulares no tienen ningún acceso gratuito al sistema público de salud y en caso de usarlo tienen que pagar su coste. Todos los residentes legales en Suecia tienen un número de identidad sin el cual múltiples servicios públicos son inaccesibles, como los servicios médicos. En consecuencia, los inmigrantes irregulares acuden a los hospitales sólo en situaciones de extrema urgencia y en esos casos se les presenta una factura.

 

Austria

Tampoco en Austria tienen los inmigrantes irregulares acceso a la sanidad pública. Sin embargo, ya que la legislación sobre sanidad obliga a todos los hospitales a atender a cualquier persona cuya vida esté en peligro, estos inmigrantes son atendidos en caso de urgencia. A cambio, el inmigrante recibirá una factura que el hospital espera que pague y que, si el inmigrante algún día consigue regularizarse, se le presentará de nuevo como deuda exigible. Los inmigrantes irregulares tampoco tienen acceso a tratamientos contra enfermedades contagiosas, como el SIDA.

 

Portugal

Al igual que en Francia, los inmigrantes irregulares no tienen acceso a los servicios de salud hasta que no han pasado tres meses desde su llegada, aunque esta norma no se aplica a los niños, que tienen los mismos derechos que los nacionales. El inmigrante irregular tiene que demostrar ante su ayuntamiento que ha residido en él al menos durante tres meses para obtener un certificado de residencia, de muy corta duración (inscrição esporádica) y que debe renovarse con frecuencia. Conseguir este certificado no siempre es fácil, especialmente para los inmigrantes sin hogar. Los que no pueden presentar este certificado tienen sólo acceso a la asistencia de urgencias, bajo el supuesto de que pagarán por el coste del servicio médico. Sin embargo, los servicios de urgencia no pueden rechazar a nadie en función de su nivel de ingresos.

 

Reino Unido


En este país el marco que regula la atención sanitaria a los inmigrantes irregulares es confuso, aunque en principio se les aplica la misma norma que a los peticionarios de asilo con menos de 12 meses de estancia en el país: es decir, tienen derecho a la atención de urgencia, pero no a la “secundaria” (médicos especialistas). En cuanto a la atención médica primaria, un nuevo paciente debe ser aceptado por el médico, que puede rechazarlo por la razón que sea, sin necesidad de justificarlo. Aunque ninguna norma impide a los médicos generales tratar a los inmigrantes indocumentados, los servicios administrativos suelen rechazar esa atención. Los inmigrantes, al margen de su estatus legal, pueden acceder a los análisis y tratamientos de enfermedades infecciosas y de transmisión sexual, a lo que se añade ahora el SIDA siempre que el enfermo haya residido en el país durante al menos seis meses.

 

Conclusiones: 

 

Todos los Estados europeos, con la excepción hasta ahora de España, aplican normas limitativas al acceso a la sanidad pública para los inmigrantes irregulares. En algunos casos ese límite implica un cierre completo, como en Austria y Suecia, y en otros es sólo un límite temporal que permite al inmigrante el acceso tras un tiempo de estancia en el país (tres meses en Portugal y Francia y 12 en el Reino Unido). En cualquier caso, todos los Estados ofrecen atención hospitalaria a los inmigrantes irregulares en el caso de urgencia médica, aunque la definición de “urgencia” no siempre es coincidente entre los diferentes servicios médicos nacionales. 

 

El día que aparquemos a un lado los dogmas ideológicos sobre la sanidad y la educación, habremos dado un gran paso hacia adelante en este país. Mientras tanto lo único que estaremos haciendo será bailar algo, lo más parecido a la yenka: izda, izda, dcha, dcha, delante, patraás, 123.

 

FTE: (La atención sanitaria a los inmigrantes irregulares: una comparación europea - Real Instituto Elcano)

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