viernes, enero 25, 2013

Y luego protestarán de que se privatice el "INEM"

Gumersindo de la Rocha, mayor de edad, ya talludito, se encontraba como tantos otros españolitos de a pie, en paro. Sus más de 30 años de experiencia en su sector, no significaban nada para ninguna de las empresas del país. Ni del país, ni de ningún otro de los muchos a los que dirigió su CV por todo el mundo, en busca de una salida a su desempleo. 

Tal y como se establece en las normas al uso, un día decidió pasarse por su oficina de desempleo (llamarla de EMPLEO, es un puro sarcasmo) para pasar a engrosar las listas de aquellos a los que todavía les quedan ganas y sobretodo, necesidad, de trabajar; al menos hasta que llegue la jubilación. Para ello, utilizó el procedimiento habitual en estos casos, que consiste en llamar por teléfono y solicitar cita. Una vez obtenido el día y la hora en el que iba a ser atendido, tan solo restaba esperar. 

Llegado el día, se personó en las oficinas y esperó, impaciente, su turno. Finalmente, desde la pantalla que había en el techo, hacia la mitad de la sala, aparecieron sus apellidos, la inicial del nombre y la mesa a la que debía dirigirse, acompañado de una señal acústica, especialmente indicada para despistados. La funcionaria, le tomó sus datos y en 5 minutos, había terminado. 

- ¿Ya está?, preguntó Gumersindo extrañado por la rapidez del procedimiento. 

- Sí, señor, ya está todo. 

Confiando en el juicio de la funcionaria, porque entre otras cosas para eso se le paga, salió de las oficinas, aunque eso sí, algo “mosqueado”. Había algo que no le cuadraba. 

Al llegar a casa, le esperaba Esperanza del Amo y Espinosa de los Gameros, su amante esposa, que a la sazón, también tenía el dudoso placer de permanecer desempleada desde hacía más de un año y medio. 

- ¿Qué tal ido todo, cariño?, preguntó ella al verle entrar por la puerta. 

- Pues bien, - respondió algo dubitativo Gumersindo. 

- ¿Qué pasa? - Pues que hay algo que no entiendo. 

- ¿Qué es?, preguntó ella. 

- Es que me extraña mucho que a la hora de apuntarme a buscar trabajo, la chica no me haya preguntado qué es lo que sé hacer, o al menos a qué estoy dispuesto. 

 - Tal vez hayan importado tus datos de los que tenían antes. Como ahora todo está informatizado, - supuso Doña Esperanza intentando dar sentido al comportamiento de la funcionaria. 

Sea como fuere, Gumersindo, visitaba con asiduidad la web del organismo público encargado de proporcionarle las distintas ofertas de empleo que se producían en su provincia. De vez en cuando, alguna de esas ofertas, indicaban que el candidato, debía personarse en la oficina de desempleo que le correspondiera porque era allí donde, tras estudiar su idoneidad, vincularían su candidatura a la oferta. Sin embargo, uno de estos días, Gumersindo acudió como ya había hecho en otras ocasiones, a su oficina de desempleo, con el fin de inscribirse en una oferta como Agente Comercial. El hecho de que solicitaran un Ingeniero de Teleco, para el puesto y más de 24 meses de experiencia en puesto similar, no fue obstáculo, óbice o impedimento, para que se acercara y al menos, lo intentase. Al llegar a la oficina, le indicaron que, como era preceptivo, debía solicitar cita y esperar ser atendido. Cuarenta y cinco minutos después, la misma pantalla de la que ya se había hecho amigo, le dijo que sentara en la mesa 4 de la sala. En la mesa 4, le recibió un funcionario vestido como un granjero del Medio Oeste de los Estados Unidos y con una coleta que recogía su mugriento y, aparentemente, grasiento cabello. Le explicó al susodicho el motivo de su presencia y le enseñó la referencia de la oferta de empleo a la que quería optar. 

 - ¿Y dónde dice que ha visto esta oferta? 
 - Pues en la página web correspondiente, que es donde se publican – respondió Gumersindo algo inquieto por el cariz que acababa de tomar la conversación. 

- Ya. Pues es que este tema lo lleva un compañero y yo no sé cómo se hace – le respondió el funcionario sin sonrojarse. - … - Bien, vamos a ver….por aquí…no, por aquí no es….a ver, a ver. ¡Ajá! ¿Es esta oferta de aquí? – le preguntó girando la pantalla para mostrársela. 

- Sí, esa es – respondió Gumersindo, aliviado porque faltaba poco para cumplimentar el proceso. 
 - Vale y usted quería apuntarse a esta oferta, ¿no es así? 
 - En efecto. 

- Es que verá, usted no puede. En su perfil, no figura prácticamente ningún tipo de información y claro, al no encajar, usted a veces no podrá inscribirse y otras, simplemente no será seleccionado. 

- Pero, oiga – empezó a protestar Gumersindo – que yo tengo más de 30 años de experiencia, que llevo trabajando desde 1978! 

- Ya, ya, si no le digo que no, pero cuando se le dio de alta en el sistema, no se hizo la encuesta para obtener los datos necesarios y que quedaran reflejados – adujo el de la coleta. 

- Bueno yo me he limitado a seguir las instrucciones que me dieron. Si nadie me dice que hable de mi historial, de mi trayectoria, o que aporte algún documento, lógicamente, no se me va a ocurrir me motu propio – protestó Gumersindo. 

- Si le entiendo, pero ¿sabe qué pasa?, que vamos tan a matacaballo, que no tenemos tiempo de atender a las personas con la dedicación que se merecen. Mire usted, en esta semana, han echado a la mitad de los que trabajan aquí. Con eso se lo digo todo. 

- Ya, pero no me diga usted que no es una sinrazón que yo quiera trabajar y que no pueda inscribirme en las ofertas, simplemente porque la funcionaria que me atendió el primer día, no se le ocurrió rellenar los datos necesarios – replicó Gumersindo, entre estupefacto, atónito y malhumorado. 

- Mire, señor, le voy a dar una lista de los justificantes que debe aportar para que se adjunten a su expediente y así poder optar a las diversas ofertas. Fíjese bien, que lo más importante es que debe aportar o bien las nóminas o los contratos de las empresas en las que ha trabajado. 

 Después de unos breves segundos de reflexión, en los que aprovechó Gumersindo para calmarse y no saltar a la yugular del “coletas”, acertó a preguntar: 

- Vamos a ver. Llevo trabajando desde el año 1978 y pretende usted que tenga todas las nóminas de todas las empresas en las que he trabajado? Y como alternativa, me plantea que puedo presentar los contratos? ¿Pero usted sabe lo que me está pidiendo? 

- Yo, lo siento mucho, de verdad, pero es lo que nos exigen. Debe justificar su experiencia. 

- Pero no basta con la Vida Laboral? 

- No. La Vida Laboral, sólo indica que usted ha trabajado, pero no indica DE QUÉ ha trabajado – respondió el funcionario. 

- O sea, que no basta con cotizar a la Seguridad Social por un nivel salarial, ahora hay que justificar las funciones que se han desarrollado para poder apuntarse a una oferta? 

- Sí. 

- ¿Y si la categoría es una y las funciones no tienen mucho que ver? - …..silencio por sobrepasar sus conocimientos. 

- Oiga, se me ocurre una cosa: ¿Qué se necesita para ser Ministro? – apuntó Gumersindo. 

- Yo, le entiendo, pero no puedo hacer otra cosa. Esta es la lista de los justificantes que debería aportar,- le dijo mientras le entregaba una copia en papel con la lista. Cuando los tenga, debería solicitar cita y venir con los papeles. 

Gumersindo, salió de la oficina confuso, enojado y con complejo de haber sido objeto de una burla. Sin embargo, al llegar a casa, y dado que no había alternativa, se puso a pensar en cómo iba a recuperar los contratos de todas las empresas en las que había trabajado; porque lo de las nóminas, aparte de las últimas, era simplemente inviable. Navegando por Internet, finalmente encontró una oficina que sería la responsable de atender a sus necesidades. La oficina en cuestión, era EXACTAMENTE la misma a la que habitualmente acude. Llamó por teléfono y después de algunos minutos y de la ayuda de quien le atendió en un primer momento, finalmente, consiguió contactar con la persona adecuada. 

Básicamente, la persona en cuestión, se debe sentar a escasos metros del “coletas”. Después de explicarle brevemente la situación y sus necesidades al interlocutor, Gumersindo pudo escuchar la respuesta: 

- Desde el año 2000, todos los contratos registrados en la Seguridad Social, figuran en una Base de Datos centralizada y por tanto, son accesibles desde cualquier centro u oficina del SEPE. Los de antes, las oficinas, sólo tenían la obligación de mantenerlos 5 años. Sólo tiene que escribir un email a la dirección que le voy a dar. 

- O sea, que en el email, le explico la situación, que no es otra que la de conseguir todos los contratos desde el año 2000, y ya está. Ustedes, me avisan cuando lo tengan, verdad? 

- Eso es. Sin problemas – respondió la voz al otro lado del teléfono. 

CONCLUSION: 

1. Para buscar trabajo, en alguna Comunidad Autónoma, no basta con que el sujeto mantenga una actitud abierta a toda clase de ofertas, no. Es obligatorio acreditar que dispones de la experiencia necesaria para inscribirse en las ofertas. 

2. Por razones de supuesta falta de tiempo, el funcionario de turno, es posible que no te atienda como es preceptivo, porque al final, el hecho de que no puedas optar a trabajar, no es lo más importante; lo importante, es la parte administrativa. 

3. La información, de cualquier forma, está centralizada en la Base de Datos del SEPE, a pesar de lo cual, el propio SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) obliga al ciudadano a solicitar al SEPE la información que dispone, que posteriormente, el ciudadano entregará al SEPE. Y mientras tanto, pagando sueldos a funcionarios, oficinas y demás.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tambien he estado en el inem bastantes veces. Ahoray ee verdad que tienen muy poco tiempo para atender a la gente, asi que veo comprensible que se le pueda haber pasado a la trabajadora que te atendio apuntarte los datos, entiendo que has perdido ofertas de trabajo por ese motivo y como te puedes sentir, mas si tu mujer tambien esta desempleada pero lo que digo es que parece que si el error lo hubiese cometido un trabajador normal en vez de un funcionario no habriqs reaccionado con tanta ira. Son trabajadores que cumplen ordenes como nosotros, y en alguna ocasion cometen errores como todo ser humano

Carlos Usín dijo...

Discrepo en parte de tu punto de vista.

No son trabajadores como "nosotros", tal y como dices. A ellos, no se les expulsa del mundo laboral; tan solo les pueden rebajar el sueldo. Y tampoco pido que fusilen a nadie.

Lo que pretendo señalar es la ineficacia del sistema, poniendo énfasis en la parte más cómoda y administrativa, en vez de potenciar, como debiera, la búsqueda activa de empleo.

En primer lugar, me parece Kafkiano, que en una Comunidad Autónoma como Andalucía, en donde resido, con un porcentaje de paro de más del 30%, se pongan trabas desde la propia Administración a los ciudadanos en busca de trabajo, en aras de no se sabe muy bien qué principio superior.

Y luego te enteras, como yo me he enterado ayer mismo, que cuando alguien pone un anuncio ofreciendo empleo en dos turnos de 10 - 16 y de 16 - 22, hay gente que no acepta porque dice que salir a las 22.00 de un Centro Comercial del Centro de Málaga, que es muy tarde y otros que dicen que las 4 de la tarde, es muy tarde para comer.

A este tipo de cosas me quiero referir, a lo estúpido del sistema y de sus protagonistas.

Y a todo esto, a mi mujer sí la citaron en su día y le advirtieron de que llevara sus justificantes
de experiencia. Es decir, unos sí y otros, no; unos saben y otros no, pero todos cobran del mismo sitio.

Lo siento: aun aceptando el concepto de que todos somos humanos, hay ciertos trabajos en los que los errores no pueden ser tolerados porque nos cuestan dinero y empleos.

Anónimo dijo...

Me alegra de que estemos de acuerdo auque solo sea en parte.
Primero quiero aclarar una cosa: a los funcionarios sí que se les expulsa del mundo laboral a través de un procedimiento disciplinario, está previsto en la ley. Además si por ejemplo eres policía la sanción o pena que se te impone es bastante más grande que la de un ciudadano normal , incluso aunque el acto que da lugar a la pena se haya producido fuera del horario laboral: es decir, si un policía yendo un día con su mujer, por ejemplo a un centro comercial o donde sea en su tiempo libre atropella a una persona la pena que se le va a imponer es considerablemente mayor que la que se le impondría a cualquier ciudadano.

En cuanto a la ineficiencia del sistema estoy totalmente de acuerdo, los servicios de empleo que se dedican a la búsqueda activa de empleo (que son los autonómicos) están muy mal orientados, tendrían que hacer un trabajo de campo, es decir, si son 10 funcionarios 8 se tendrían que dedicar a la búsqueda de ofertas de trabajo como lo hacen las ETT y 2 a atender al público para ofrecerles las ofertas que los 8 compañeros han conseguido. Incluso deberían ir a comisión para potenciar la eficacia, esta parte se podría privatizar sin perjudicar en absoluto al ciudadano.
Ahora bien, en lo que no estoy para nada de acuerdo con la noticia de privatizar es que habla del INEM que se dedica EXCLUSIVAMENTE al pago de las prestacines por desempleo y es competencia estatal. La cuestión es que la noticia dice que quieren privatizar el INEM porque sólo coloca al 3% de la gente, y claro yo leo eso y digo: pero qué mentira más grande, qué ganas de engañar a la gente, claro que el INEM no es eficiente colocando a gente, pero es simplemente porque no se encarga de eso, es como decir que se privatiza la sanidad porque no venden zapatos, los que tienen la función de búsqueda de empleo son las comunidades autónomas, entonces yo lo que veo es un interés muy grande en engañar a la gente diciendo: es que los funcionarios no trabajan bien y por eso lo vamos a privatizar.
Que se privatice el INEM yo lo veo un perjuicio impresionante para el ciudadano porque si se privatiza va a pasar a manos de asesorias y gestorías, y como es lógico una empresa privada tiene ánimo de lucro, lo que quiere decir es que cuando vayas a presentar la solicitud de prestación por desempleo se te va a cobrar, igual que hacen cuando presentan la declaración de la renta por ti. Te van a coger la solicitud (cobrando claro) incluso cuando vean que no tienes derecho a prestación, luego te la denegarán y ya está, pero ya han cobrado. Te van a cobrar cuando vayas a hacer cualquier consulta, eso yo lo veo una locura y un perjuicio importante.
Además, van a tener acceso a una serie de datos como tus rentas (si tienes 3 pisos o no tienes ni donde caerte muerto) si estás casado o estás separado, si estas separado cuánto dinero le pasas a tus hijos, o si tu mujer te ha denunciado porque no pasas la manutención, si has estado en la cárcel y vienes a pedir el subsidio de liberado de prisión, si eres víctima de violencia de género y vas a pedir la RAI, se leerán la sentencia de si tu marido te ha pegado tantas veces y tiene una orden de alejamiento, cuanto cobrabas en el trabajo para calcularte el importe de la prestación….. y para mi modo de ver las cosas ese tipo de datos no puede verlo una persona a la que se le hagan un contrato de tres meses y luego no le prorroguen, y ala, a la calle con toda esa información, y que entre otro a enterarse también de todos esos datos personales. Yo creo que ese tipo de información es mejor que sólo lo vea un funcionario que siempre va a ser el mismo y sabe lo que se juega si larga más de la cuenta, que no un montón de gente pasando por la asesoría y luego a la calle, que qué le van a hacer si lo cuenta? Despedirlo? Si ya no trabaja en la asesoría….

Anónimo dijo...

No me gusta que privaticen el INEM por lo que he dicho y además que no veo en ello ideas limpias cuando han empezado confundiendo a la gente. Porque la mayoría desconoce la diferencia de funciones que hay entre el INEM y los servicios de empleo autonómicos, menuda tajada más grande no? Privatizar el INEM, que pague el ciudadano y así las empresas (asesorías) a llenarse los bolsillos, y encima vendo la moto a los votantes de que no me ha quedado otro remedio y he solventado un problema “los funcionarios no buscan empleo”. Pues si ves que lo que falla es la búsqueda de empleo cambia el sistema de esa parte del empleo, mándales otras funciones o privatiza esa parte pero no las prestaciones que es lo que van a cambiar a la chita callando.
Además los intereses privados no son buenos para los fines sociales, quien me dice a mí que no le han aprobado el paro al amiguete del de la asesoría que no ha trabajado en su vida?, un funcionario no se va a jugar su puesto de trabajo (en principio de por vida mientras no haga cosas de estas).

Y es verdad que hay mucha gente que rechaza ofertas de trabajo y luego se queja porque se le ha acabado el paro o el subsidio y dice: y yo ahora de qué vivo, como esperando que el estado le solucione la papeleta, somos un país de subvencionados y esa es nuestra mentalidad, bueno, la de algunos porque yo tampoco la comparto.

Viendo que vives en Andalucía todavía entiendo más que a la funcionaria se le pasara pedirte los justificantes de experiencia laboral porque ahí tienen bastante trabajo.

Y en cuanto a que los errores en ciertos trabajos no pueden ser tolerados pienso: vale, si tu estás trabajando en la administración y te equivocas y te echan como tú dices, ¿ tú crees que al que pongan en tu lugar no se va a equivocar nunca? Claro que sí, pongas al que pongas se va a equivocar porque nos equivocamos todos. Cuando se equivocan un médico se pierde mucho más y no los tiran por ese motivo, porque metas a la persona que metas antes o después se va a equivocar, no somos máquinas, y esa es la razón de que no la echen, además no se ha equivocado a propósito, eso está claro, a nadie le gusta que luego venga un señor cabreado (con toda la razón del mundo) pidiéndole explicaciones de por qué no le han puesto en el currriluco la experiencia laboral, que por su culpa está perdiendo trabajos.

Carlos Usín dijo...

Interesante debate este que se ha abierto entorno a lo que antes era el INEM y ahora es el SEPE.

Yo veo varios temas superpuestos. A saber.

- El Estado y los servicios que presta a los ciudadanos
- Los propios funcionarios
- La posible ( o deseable, depende) privatización de ciertos servicios del Estado

Y por último, pero no menos interesante, el pavor casi patológico que suscita en España la mera mención de “empresa privada”, como si ello fuera el paradigma de todos los males pasados, presentes y futuros.

Pero vayamos por partes.

Soy de la opinión que los Estados, en general y el nuestro muy especialmente, deben dedicarse a lo estrictamente necesario, esto es, a proveer los servicios básicos y elementales que comprenden a la mayoría o la totalidad de los ciudadanos.

En el caso del SEPE, concretamente, a la cobertura de los servicios de desempleo y todo aquello relacionado con el tema: prestaciones, subsidios, y demás procesos burocráticos.

En modo alguno, el SEPE, se ha inventado para buscar trabajo a los desempleados ni tampoco es, ni debe ser, función del Estado hacerlo, a no ser, que se viva en un estado comunista, y no es el caso. La búsqueda de empleo es obligación del sujeto y de la iniciativa privada, es decir de las empresas. Hay miles y miles de empresas que llevan haciendo esta tarea desde hace docenas de años y no he oído jamás a nadie quejarse de que la empresa le haya solicitado una cantidad para que le encontraran trabajo al desempleado. Es más, a mí, personalmente, hace ya muchos años, acudí a una empresa que me lo pidió y todavía deben estar esperando y más recientemente, he contactado con empresas especialistas en reclutamiento para el Golfo Pérsico y muchas tienen la costumbre de pedirte que adelantes un cantidad, que en caso de ser contratado, te devuelven y por supuesto, como habrás adivinado, han tenido los mismos frutos que los otros.

Las empresas de reclutamiento de personal, son especialistas y las personas dedicadas a ello, trabajan 40 horas a la semana 11 meses al año. Son, fundamentalmente, psicólogos y expertos en recursos humanos, mientras que los que trabajan en el SEPE, su trabajo consiste en tareas meramente administrativas y la mayoría se centra en las tareas asignadas a él y no saben cómo hacer las tareas de su compañero del al lado. Por lo tanto, si a alguien se le ocurre que la gestión de la búsqueda de empleo a los parados, debe hacerla los que más saben, me parece una buena idea. Desde luego, no puede dar peores frutos ni ser más cara que el sistema actual.

En cuanto a la posible fuga de datos sensibles, en primer lugar, hay que tener en cuenta que en España hay una Ley Orgánica de Protección de Datos y eso, son palabras mayores. Una Ley Orgánica, tiene el máximo rango legal y aquella empresa que incumpla las normas de seguridad, puede ser sancionada con una cantidad muy importante (hasta 600.000 euros) dependiendo de la gravedad, aparte del daño moral que sufre la imagen de la misma.

De todas formas, seguramente la gente no es consciente del seguimiento actual, que se hacen de sus conversaciones telefónicas, de sus mensajes de SMS, de sus emails, de sus blogs y demás. Y eso, no quiere decir que no exista, sólo que tú no te das cuenta.

Las redes sociales tan de moda, Facebook, Twitter, Linkedin y demás, disponen de datos de ti que te sorprenderían. Y no debemos de olvidar que existe toda una amplia gama de empresas de tipo estándar, como los bancos, los talleres mecánicos, las clínicas dentales, por ejemplo, las cuales, tienen un tipo de información de lo más sensible y sin embargo, a pesar de la rotación del personal que tienen todas estas empresas, nuestros datos no van volando por Wassaps.

No, definitivamente, la seguridad, entiendo que no es el factor determinante para decidir si un servicio público debe o no privatizarse. La razón última debe estar más en consonancia con el presupuesto, la especialización, el coste y la eficacia.

Carlos Usín dijo...

Y por aquí voy a enlazar con el segundo punto de mi disertación que está íntimamente relacionado con el anterior y que trata de los funcionarios y su estatus especial.

Yo tengo una amiga, funcionaria en la Comunidad de Madrid, a la que le suelo decir que es “la única funcionaria estresada” que conozco. Pero es que ella se inició en la empresa privada y recaló en la Administración, para tener un puesto seguro.

En líneas generales y salvando todos los tópicos al uso, yo creo que a los funcionarios, a muchos, se les pasa por alto un detalle muy importante y es que, ellos, representan al Estado, bien sea al Central, o al Autonómico o al Local, y por ende, se les otorga un estatus especial que conlleva aparejado un concepto que muchos olvidan: responsabilidad.

Te voy a contar un caso concreto que ilustra bien a lo que me refiero.

Tengo un amigo que después de haber trabajado toda su vida, por motivos de salud muy serios, se encuentra con que le dan la Incapacidad Laboral parcial; vamos, que tiene que dejar de trabajar. Entonces, se pone a hacer papeleos.

Para empezar, en esos momentos, se entera de que la última empresa en la que había trabajado, no había cotizado por él a la Seguridad Social, adecuadamente, lo cual, le obligó a plantear un pleito previo.

Te lo voy a hacer breve. Después de más de 2 años de papeleos, de idas y venidas, consigue reunir una carpeta con toda la información para acudir a la Seguridad Social y que le dieran todo lo que le correspondía. Finalmente, un día va, le explica a la funcionaria de turno su periplo, le entrega la tonelada de papeles y se dedica a esperar.

Seis meses después, harto de no tener ninguna respuesta de la Administración, se vuelve a presentar, a preguntar aquello de “ y lo mío, cómo va?” Y sabes lo que le dicen: “Pues que lo siento mucho, pero no tenemos reflejado en el Sistema su expediente”.

Es decir, la funcionaria que le atendió, no sólo no hizo su trabajo, aquel por el que se le paga, es que además extravió TODA la documentación. Así es que, mi amigo, recibiendo una pensión irrisoria, de postguerra, teniendo que malvivir y pagando abogados y demás, tuvo que volver a recorrerse todas las instancias que ya había recorrido previamente, para volver a recopilar toda la documentación. El truco fue hacerse el mendigo: “mire usted señorita, es que me ha dado un ictus y estoy fatal de la cabeza, usted me puede ayudar, por favor …me lo puede escribir….es que me he quedado medio lelo….”.

Cuando hubo conseguido, otra vez, todos los papeles, tuvo la santa paciencia de volver a acudir a la Seguridad Social y a Hacienda y fue entonces cuando dijo: “Hasta que no venga el Jefe, no me voy”. Estuvo 2 horas y media con un jefe y otro tanto, con otro. ¡En 5 horas había resuelto el problema por el que estaba penando desde hacía 3 años!

Responsabilidad!

Al margen de que siempre hay casos y casos, a lo que voy es a que un funcionario, no está preparado para hacer de reclutador de empleo, pero aún así, no puedes dejar de hacer tu trabajo.

Y dicho todo esto, afirmo con rotundidad, que jamás en mi dilatada vida laboral y en las numerosísimas ocasiones en las que he estado en paro, me haya salido trabajo por el INEM, por el SEPE ni por la madre que lo parió. Me lo he buscado yo. Por eso, desde el principio, jamás he tenido la más mínima duda de que el SEPE, me fuera a encontrar trabajo, pero eso no es obstáculo para que cada uno haga lo que debe hacer.

Si en algo se diferencia el comportamiento de la empresa privada de la pública es por lo que comentaba antes: responsabilidad, especialización y eficacia.

Anónimo dijo...

Lo que decía yo es que el antiguo INEM, actual SEPE no se dedica a buscar empleo, porque simplemente no está en sus funciones.
Es el SAE (creo que se llama así en Andalucía, no lo sé porque yo soy de Valencia y aquí se llama SERVEF, en cada Comunidad Autónoma tiene un nombre porque lo gestiona una Comunidad Autónoma diferente) el que tiene atribuida la búsqueda de empleo, y es en lo que yo estaba de acuerdo en que podían privatizar sin mayor problema, reinventarlo completamente o privatizarlo, me da lo mismo, el caso es que tal y como está ahora es evidente que no funciona.
Yo también soy partidaria de que además de que uno acuda a una ETT, al SAE o donde sea, por muy profesionales que sean, tiene que buscarse él mismo las habichuelas y patearse los polígonos buscando trabajo, eso está claro.
Lo que quería decir ayer es que la noticia habla de privatizar el INEM = SEPE que tiene como ÚNICA función el pago de las prestaciones por desempleo, y por los conocidos que tengo y por mí misma estoy bastante contenta con el servicio recibido, funciona bastante bien, son profesionales, el trato correcto y el pago de la prestación se recibe al mes siguiente de la solicitud, entonces una cosa que funciona bien no sé porqué quieren privatizarla, además de que para mí es un servicio básico y elemental, como decías tú, es decir, gestiona una prestación social con dinero público ante situaciones de necesidad, está manejando dinero público como Hacienda o la Tesorería con el plus de que lo gestiona en situaciones de necesidad de los ciudadanos, para mí es una locura privatizar el SEPE.
Además otro de los motivos que alegan es "evitar las duplicidades" cuando del pago de las prestaciones se ocupa EXCLUSIVAMENTE el SEPE, por eso veo oscuridad en la información, si sólo hablaran de privatizar el SAE aduciendo estos dos motivos "sólo el 3% encuentra empleo" y "evitar duplicidades" yo lo vería perfecto porque es verdad, ni colocan a gente y encima hay un montón de ETT's que hacen el mismo trabajo y son más eficientes, pero es que justamente habla del SEPE, que ni está duplicado ni es función suya encontrar empleo.

Cuando me refería a que no están igual de garantizados los datos personales que maneja el SEPE (el SAE también maneja datos personales pero no tan comprometidos) quería decir que si se encargara de ello una empresa privada la empresa privada tiene mucha más transitoriedad en el empleo y por muy protegidos que estén los datos si un empleado que ha estado prestando sus servicios deja de trabajar en el empresa ya no se juega tanto como otro que se juega perder un puesto de trabajo que, en principio (si no hace nada malo) es de por vida.

Carlos Usín dijo...

Yo también estoy de acuerdo contigo en que privatizar el Servicio Autonómico de Empleo o como se llame en cada CA, me parece una mala idea.

Si la Seguridad Social tiene lo que se llama la Caja Única, la gestión de las prestaciones, los subsidios y demás, tiene que correr a cargo del Estado porque forma parte, como tú bien dices, de los servicios mínimos que debe prestar a los ciudadanos.

En cuanto a lo de la sensibilidad de los datos, la seguridad, la rotación del personal de las posibles empresas privadas que lo pudieran gestionar en un futuro indeseable, me mantengo en lo dicho anteriormente. Esa seguridad, la brinda la LOPD, una Ley Orgánica y precisamente para eso se ha inventado. Eso, la verdad, no me preocupa; lo que me preocupa es que el Estado, delegue funciones y servicios que le son propios.

Prefiero que eliminen Diputados, Senadores, Diputaciones Provinciales, Concejales y demás. Si quieren ahorrar, que me parece bien, pueden empezar por ahí, aunque lo tenemos crudo porque la ley que rige eso, es una Ley Orgánica.

Anónimo dijo...

Me alegro de que estemos de acuerdo en la parte más importante.
Lo único es que a lo mejor no me he explicado bien: el SEPE (antiguo INEM) es de ámbito estatal y es el encargado del pago de las prestaciones por desempleo, mientras que el SAE, SERVEF o como se llame en cada Comunidad Autónoma es de ámbito autonómico y es el que lleva la búsqueda de empleo.
Por eso que critico las noticias que han publicado en la prensa, porque hablan de privatizar el SEPE (estatal- pago de prestaciones) dando como motivos evitar duplicidades y que no colocan a nadie.
Es decir, que se aprovechan de que la gente normalmente no sabe la diferencia entre las funciones de un organismo y otro para echarle la culpa al SEPE de algo de lo que no se ocupa.
Y es muy normal la confusión generalizada entre el SEPE y el SERVEF porque en muchas ocasiones están en el mismo local, unas mesas son del SEPE y otras del SERVEF y la gente lógicamente piensa que es un mismo organismo.

esto es así porque en un principio el estado gestionaba tanto el pago de prestaciones como la búsqueda de empleo, con el nacimiento de las Comunidades Autónomas (a los pocos años) éstas empezaron a reclamar la parte de búsqueda de empleo porque estaba subvencionada por la Unión Europea, el estado poco a poco y empezando por Cataluña que es la que tuvo la genial idea, fue traspasando a las Comunidades Autónomas que lo solicitaban la gestión de búsqueda de empleo. Y qué pasó? Que siguieron compartiendo el mismo local en el que trabajaban cuando todos dependían del estado. De ahí la más que razonable confusión del ciudadano que piensa que todos son los mismos.

Resumiendo, que estoy a favor de la privatización del SAE/ SERVEF (autonómico-búsqueda de empleo) y muy en contra de la privatización del SEPE (estatal-pago prestaciones desempleo)

Pues lo dicho, al final parece que estamos de acuerdo en el grueso de la cuestión.

Espero que te vaya todo muy bien, que tengas suerte y pronto encuentres trabajo.

Saludos.

Anónimo dijo...

en el servef y en el sepe casi todos son interinos y sobran la mitad del servef.