jueves, noviembre 16, 2017

Diferencias entre un banco y una panda de inútiles

El asunto, es sencillo. Se trata de algo tan simple como un certificado de titularidad de una cuenta bancaria. Nada de ingeniería financiera, blanqueo de capitales en paraísos fiscales ni nada por el estilo.

Vas a ING. Navegas por la web. Encuentras lo que buscas. Lo imprimes. Asunto zanjado.

Vas a Open Bank. Navegas por la web. No encuentras ni pistas. Llamas por teléfono y de repente, te piden un código de comercio electrónico de 8 dígitos.

Te quedas pensando si se trata de una inocentada adelantada. 
Incrédulo, le insistes al cabeza parlante de turno:
- Pero, oiga. Que es un certificado de titularidad. Que es mi cuenta.
- Ya,ya. Pero recuerda esa contraseña? Se la mandaron por correo ordinario cuando abrió la cuenta.
- No me suena ni el concepto. De todas formas, ¿usted no puede consultar esa información? ¿No puede confirmar mi identidad?
- No. Lo siento. Tengo que pasarle un momento con el departamento de seguridad. No se retire.

Tú, para entonces, ya estás alucinando.  Te pasan con el departamento en cuestión y tienes una conversación similar con una señorita muy amable. No hay tutia.

- Le enviaremos el código por correo ordinario. ¿Las señas son ...?
- Sí.
- Muy bien, pues en unos días recibirá por correo la información.

Y a esto lo llaman atención al cliente en Open Bank.




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