Estamos
de elecciones…otra vez.
Yo creo
que no le pilla de sorpresa a nadie, que la cosa estaba nítida como una patena,
desde el momento en el que a Pedrito “quieroserpresidente” Sánchez, se le metió
en la cabeza hablar con todos, menos con el PP. Todos sabíamos que era una
batalla más absurda que la de Don Quijote contra los molinos de viento. Todos,
menos Pedrito.
Era
evidente que C’s y Podemos, no casan ni con pegamiento Imedio. Es imposible de
todo punto. Y además y por si fuera poco, el Comité Federal del PSOE le ató las
manos a su Secretario General, no fuera a ser que se le ocurriera pactar con
quien no debía y terminara de cargarse al PSOE. O sea, que lo que no puede ser,
no puede ser y además, es imposible.
Durante
este martirio de 4 meses en el que nos han metido a todos los ciudadanos, hemos
escuchado los más aberrantes argumentos con tal de intentar justificar lo
injustificable. Que si C’s era lo mismo que el PP; que si ahora que sea
Presidente un cuñado mío que vive en Tomelloso y que es del partido de las
cabras unidas de Tomelloso; que si quiero ser Vicepresidente, pero no quiero
que se siente Rivera en la misma mesa. O sea, una tomadura de pelo, a base de
fotos, de muchas ruedas de prensa, de mucho figurar, incluyendo sendos viajes
de Pedrito a Portugal y a Grecia, donde cosechó sendos “triunfos”.
Pero de
todos los falsos argumentos, el más utilizado por aquellos que intentan
justificar el “pacto de perdedores”, es ese que dice que el 20-D, los españoles
votaron cambio y que 12 millones de españoles votaron en contra del PP, por el
cambio.
Vayamos
por partes.
En las
elecciones, hasta donde yo sé, se vota para ganar. Se vota a favor de un
partido y no en contra de todos los demás. Esa es una visión torticera de la
realidad. En los países “normales”, la gente vota, el partido que gana
normalmente gobierna, ya sea sólo o en coalición, y se acabó. Aquí paz y
después gloria.
Aquí en
España, no. Aquí votamos. Después, al día siguiente, aparecen unos “listos” que
reinterpretan lo que hemos dicho en las urnas, como si fuéramos imbéciles y no
lo supiéramos de antemano. Y a partir de ahí, empiezan a pergeñar unas teorías
rocambolescas, absurdas y de difícil justificación. Porque, vamos a ver una cosa:
si C’s es igual que el PP, ¿por qué pueden llegar a acuerdos con ellos y ni
siquiera se sientan a intentarlo con el PP? Porque dicen que los españoles
hemos votado “cambio”; que los más de 7 millones de votos del PP, se los pasan
por el arco del triunfo y que hay 12 millones que han votado en contra y por
eso, hay que desalojarles.
Pues a
esos que sostienen esa peculiar teoría de la democracia, les planteo una
hipótesis.
Imaginemos
que un partido acude a las elecciones generales y obtiene, pongamos por caso,
8.5 millones de votos. Habida cuenta del número total de votantes del censo que
ejercieron su derecho, hay como unos 20 millones que no eligieron a ese
partido. Por tanto, según esa esotérica teoría, ese partido no debería
gobernar.
Pues
señores, si esto fuera el Ministerio del Tiempo, tendríamos un problema serio:
nos habríamos cargado el primer gobierno socialista de la democracia, el que
ganó con mayoría absoluta en 1982.
Por
tanto, yo exijo más seriedad a la hora de justificar los actos de cada uno y
sobre todo, que nadie intente insultar mi inteligencia, intentando hacerme ver
que los elefantes se esconden perfectamente detrás de una amapola y que el
hecho de que no vea ninguno ahora mismo, es la prueba fehaciente de tal verdad
incontestable.
Verdades
verdaderas.
El
partido que ganó el 20-D, fue el PP.
El PSOE
de Pedro Sánchez, hizo el más absoluto de los ridículos y obtuvo el mayor
fracaso en democracia de los socialistas.
No
tiene sentido sentarse a negociar un gobierno de España, con señores que
quieren desmembrar España, que se niegan a acatar sus leyes y sus organismos, que
no respetan su jurisdicción, que se jactan de su rebeldía y que ignoran a todos
los que no piensan como ellos.
No
tiene sentido negociar con un partido marxista, como PODEMOS, cuyos líderes han
aconsejado y han llevado a la ruina a Venezuela, un país inmensamente rico por
su petróleo, por su potencial turístico y por su agricultura, que sin embargo
ni siquiera puede abastecer de luz a los hogares y han ordenado que no se
trabaje para evitar gastar.
Y
ahora, el 26-J, vamos a repetir. Ahora, C’s, que había firmado un pacto con el
PSOE, dice que ese pacto ya no vale, que ponemos el contador a cero. Que fue lo
que dijo exactamente el Congreso de los Diputados – DOS VECES - en la
investidura fallida del Pedrito “quieroynopuedo” Sánchez.
Sigo pensando
que sin Pedro Sánchez nos iría mejor a todos y entonces, sí habría un gobierno
de coalición.
Ahora,
el 26-J de lo que se trata, curiosamente, es de salvar a soldado Sánchez, no
se lo vaya a fagocitar el coletas y entonces, terminemos de cagarla.