Leo en la prensa que SEAT tiene previsto construir 500.000 coches eléctricos, de tipo urbano, en la planta de Martorell, lo que conlleva adaptarla, así como la de Landaben. En total supone para la compañía una inversión de unos 5.000 millones de euros.
Sin duda todo lo que sea
inversión empresarial son buenas noticias para los trabajadores directos y los
indirectos. Es algo tan importante, que el Rey Felipe, fue hace unos días a
visitar la fábrica para apoyar, entre otras razones, este compromiso.
Lamentablemente, ningún miembro de la Generalitat consideró importante asistir.
Esta inversión por los coches
eléctricos necesita, además, de la creación de 3 fábricas de baterías para
poder suministrarlas. Como la SEAT no es la única compañía que ha apostado por
este tipo de energía, Zaragoza se ha ofrecido inteligentemente para que se
instalen en su territorio, dada su situación geográfica equidistante de casi
todos los fabricantes de automóviles. La cercanía de los proveedores, abarata
costes de producción, un aspecto muy importante ya que el precio final del
vehículo, sigue resultando algo más caro, lógico, en toda energía que necesita
madurar.
Todavía hay muchos aspectos que
deben afinarse hasta que los eléctricos puedan ser usados con las mismas
facilidades con las que se usan los demás. La autonomía, el tiempo de recarga,
los puntos de recarga tanto en ciudades como en carreteras, como en el hogar, etc.
son algunos de esos problemas que hay que ir solucionando con el tiempo.
Hasta aquí todo estupendo.
Pero como siempre, empiezo a
plantearme algunas cuestiones. Por ejemplo, ¿qué tipo de componentes son la
base de dichas baterías? Pues unos metales muy contaminantes, como el níquel,
el cadmio, el mercurio y otros, dependiendo del tipo de batería. Vale.
Entonces, ¿a la hora de reciclarlas? Pues tenemos un problema, lo cual, resulta
bastante incomprensible eso de generar un problema medioambiental con unas
baterías que, supuestamente, se fabrican para no contaminar el medio ambiente.
Un poquito kafkiano.
Bueno, pero no seamos
tiquismiquis. Seguro que hay más beneficios que inconvenientes. Vale. Fabricar
esas baterías ¿es caro? Pues un poquito. De hecho, es uno de los componentes
que más inciden en el precio final. El espacio que ocupan también es
considerable porque actualmente, ocupan la mayor parte de la longitud de los
vehículos. Y luego está el pequeño detalle de ver cómo se consigue que cada uno
enchufe su coche por la noche en casa, cuando no hay enchufe en los garajes o
simplemente, lo aparcas en la calle. Y el precio, que a tenor del que tiene la
luz en estos momentos, va a costar un riñón.
Pero bueno, parafraseando a los
de Monthy Python: aparte de que son contaminantes, caras de fabricar, tienen
escasa autonomía, ocupan demasiado espacio y no se puede recargar en casi
ningún sitio, por lo demás, todo estupendo.
Y mi pregunta es: ¿Y porqué no
usamos el hidrógeno en vez de esas baterías?
Resulta difícil de entender que
no se piense en el hidrógeno como elemento base, cuando es el gas más común en
el planeta. Se ha usado hidrógeno para alimentar algunas fases del inmenso
Saturno V, el cohete que ha puesto en órbita las naves Apolo, por ejemplo. Es
barato de usar y menos contaminante que las baterías que se está pensando usar.
“El hidrógeno es, en muchos
sentidos, el combustible perfecto. Es muy abundante, el más eficiente y no
produce emisiones cuando se utiliza en una pila de combustible. No es tóxico,
se puede producir a partir de recursos renovables y no es un gas de efecto
invernadero. Se ha observado en numerosos estudios que el hidrógeno puede ser
el único combustible alternativo que puede reducir la dependencia de un país al
petróleo extranjero y reducir significativamente los gases de efecto
invernadero al mismo tiempo.”
“El hidrógeno se puede
utilizar en un motor de combustión interna o una pila de combustible para
generar energía. Las pilas de combustible tienen la ventaja de una mayor
eficiencia frente a los motores de combustión interna, lo que las convierte en
el principal dispositivo para la conversión de hidrógeno en energía.” (fuente: Carburos Metálicos).
¿Cómo se produce el hidrógeno?
(fuente: Juan Luis Soto, “El
Economista”)
Al no existir
apenas de forma libre en la naturaleza, para obtenerlo en grandes cantidades
requiere un proceso industrial.
En la Tierra, el
hidrógeno suele estar ligado a otros elementos. La asociación más abundante es
con el carbono, con el que forma gas metano, y con el oxígeno para formar el
líquido más abundante en nuestro planeta, el agua. La forma más limpia para
obtener metano sin contaminar durante el proceso industrial es utilizar
energías renovables como la eólica o la solar para producir una electrolisis
que libere las moléculas de hidrógeno.
Hoy en día, la obtención del
hidrógeno proviene en su 95 por ciento de fuentes de energía fósiles: el gas
natural y el petróleo, o la biomasa derivada de la madera. Existen tres métodos
industriales para obtener hidrógeno: la transformación molecular, la
gasificación del carbón y la electrolisis del agua. Este último sistema,
requiere de una gran cantidad de electricidad, lo que le convierte en
discutible por su costo.
Existen diversos procedimientos
industriales con los que finalmente, se obtiene hidrógeno. Personalmente,
elimino los que tienen que ver con energías fósiles y me decanto por cualquiera
de estas dos:
Producción de hidrógeno por
fermentación
Producción de hidrógeno por
fermentación es la conversión de materia orgánica en biohidrógeno
manifestada por un diverso grupo de bacterias
por medio de enzimas
en un proceso de tres pasos similar a la conversión anaeróbica. La fermentación
sin presencia de luz, como su nombre lo indica no requiere luz, así
que permite una producción constante de hidrógeno
a partir de compuestos orgánicos a lo largo de día y noche. La fotofermentación difiere
de la anterior porque solo se realiza en presencia de luz. Por ejemplo, al usar Rhodobacter sphaeroides SH2C puede usarse
para convertir pequeños ácidos grasos en hidrógeno.4
Electrohidrogénesis es
usada en células de
combustible microbiano.
Producción Biológica
El biohidrógeno
puede producirse en un biorreactor de algas. A finales de los
1990s se descubrió que si a las algas se les priva de azufre
cambiaran de producir oxígeno, la fotosíntesis
normal, a la producción de hidrógeno.
¡Será por algas! Somos capaces de
crear un maquinón de la releche en Suiza (el acelerador de partículas) sólo
para ver qué pasa cuando dos partículas chocan entre sí y ¿no vamos a ser
capaces de construir un estanque sin luz, para que las algas fabriquen
hidrógeno? ¿Mandamos ingenios a Marte y no somos capaces de producir hidrógeno
que es el elemento más extendido en el Universo? Las
estrellas, los planetas gaseosos, tienen hidrógeno y además aparece unido a
otros elementos formando gran variedad de compuestos químicos, como el agua
(H2O) y la mayoría de los compuestos orgánicos.
Entonces, ¿porqué estamos pensando en usar elementos como el níquel, el cadmio o el litio?
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